Es previsible que este porcentaje aumente en este ejercicio, pues como resultado de los efectos generados por la pandemia del nuevo coronavirus muchos consumidores han descubierto el consumo online y aumentado las compras que realizan a través de Internet.
En este contexto, cualquier estrategia de marketing debe incluir también al marketing digital. El objetivo es el mismo que el del marketing tradicional: comunicar los productos y servicios al mayor número posible de clientes potenciales. La diferencia es que ahora las herramientas son digitales. Y, entre estas herramientas, destaca el email marketing o mailing. Consiste en remitir correos electrónicos a las direcciones de una base de datos de contactos, generalmente con clientes potenciales. Si se hace bien, es un instrumento muy rentable y con un alto retorno. Aquí vamos a contarte cómo hacer un mailing provechoso para tu empresa.
¿Qué se necesita para hacer mailing masivo?
Antes de nada, debes tener claro el objetivo: el mailing masivo tiene como finalidad lograr notoriedad, mejorar la imagen y vender productos y servicios. Esto lo diferencia radicalmente del spam: no se trata de llegar a mucha gente para acabar en la papelera, sino de generar un contenido atractivo que acerque tu producto al cliente. ¿Qué se necesita para eso?
Una de las claves para hacer mailing masivo es contar con un buen programa de correo masivo. Estas cuentas, en algún caso gratuitas, permiten enviar hasta 75.000 emails al mes. Para abrirte una cuenta y usar esta herramienta tan solo es necesario disponer de una web y un email asociado a tu dominio corporativo. Con esta herramienta podrás enviar gratis hasta 75.000 emails al mes, sin límite diario de envíos y sin publicidad. Además, podrás gestionar una lista de hasta 15.000 contactos, y tendrás soporte técnico.
Una vez dispongas del instrumento técnico, el resto radica en tu talento para vender y adoptar una buena estrategia de aproximación al cliente. El email marketing exige adoptar una actitud proactiva: hay que recordar al cliente que la empresa tiene cosas que ofrecerles. Otro de los objetivos es mantener el contacto, para así generar confianza en la empresa y crear nuevas oportunidades de venta.
Te recomendamos que sigas unos pasos mínimos:
- Genera una base de datos de clientes de calidad, por ejemplo a través de formularios de captación. Una vez que la tengas, revísala para mantenerla siempre actualizada. Así puedes evitar enviar el correo a quienes se hayan quejado o dado de baja. El objetivo es mejorar la eficacia del envío. No se trata de enviar a cuantos más mejor, sino de enviar a personas que puedan estar interesadas.
- Decide bien qué vas a enviar y a quién: recuerda que el objetivo es hacer llegar información relevante para el destinatario. Si catalogan tus envíos como spam, tus correos no tendrán ninguna eficacia.
- Cuida el contenido: los correos deben ser sencillos y fáciles de leer, solo con información que pueda interesar. Prescinde de lo superfluo y cuida la ortografía y la gramática, que pueden espantar a algún cliente. Por último, incluye una llamada a la acción del cliente directa y persuasiva.
Si (
No(
