Lo cierto es que, tan pronto asoman las altas temperaturas, todo el mundo se desespera por poder meterse a la piscina, pero si no hemos realizado un trabajo de mantenimiento en los meses previos a la llegada del calor, esta oportunidad puede llegar a posponerse demasiado.
Por tanto, lo primero que tienes que tener en cuenta es que conviene trabajar sobre esta estructura antes de que las temperaturas sean elevadas, no sólo porque eso te generará molestias y hasta riesgos para la salud, sino además porque una vez que el calor se instala, es mucho más probable que encuentres desagradables grietas o filtraciones de agua.
Una vez que hayas chequeado que no sufres ninguno de estos inconvenientes, de igual modo te recomendamos que la limpies, pero sin utilizar jabón, ya que éste suele reaccionar al cloro que se agrega luego, y la reacción química tiene sus peligros para toda la familia.
Nosotros aconsejamos la elección de antialgas, intentando evitar los compuestos de composición química, ya que en ocasiones no podemos saber cómo han sido elaborados ni sus ingredientes.
Por fuera de eso, tienes que tomarte el tiempo también para verificar el apartado de depuración de tu piscina, considerando que tanto los filtros como las bombas son elementos fundamentales para su funcionamiento, y que con el paso de los años requieren de una revisión. Presta atención a que no haya residuos que se hayan alojado en los compartimientos, como a su estado en general.
Si has realizado un proceso de mantenimiento con cloro durante el invierno, debes saber que se trata de un elemento que suele evaporarse rápidamente... cuando las cantidades son moderadas. Por tanto, si se te ha pasado un poco la mano, lo mejor sería retirar los desechos del tratamiento como envases o pastillas, y dejar que el agua descanse por sí sola unos días.
Aunque es verdad que un pH controlado en su nivel, como un cloro correcto, deberían ser suficientes para evitar la aparición de algas, no podemos perder de vista que siempre hay excepciones. De reconocerlas en tu piscina, los floculantes son una buena opción para desprenderlas aunque, como es habitual, mejor que seas cuidadoso con las cantidades.
Los sistemas de cloración salina pueden presentar sal, así que revisa las instrucciones de limpieza de tu fabricante para deshacerte de estos restos, aprovechando para asegurarte de que no haya corrosión en las placas, más que nada en los bordes. Si no puedes acceder, llama a un especialista.
Recuerda que, ya finalizado el próximo verano, tienes que proteger tus piscinas prefabricadas con las recomendaciones que te haya dado la compañía que la instaló, porque esta es la mejor manera de ahorrar costes y lograr que todo permanezca en su estado original.
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