A día de hoy no es raro escuchar hablar de ventanas y persianas eléctricas, reguladores de intensidad de la luz, detectores de incendios o gases que cortan el suministro para evitar accidentes, cronotermostatos digitales, toldos que se recogen automáticamente para evitar roturas por viento y un largo etcétera. Es lo que ha hecho que existan un nuevo tipo de viviendas, las que apuestan por la tecnología y reciben el nombre de casas inteligentes.
Si bien la domótica constituye la parte más novedosa y visible de este tipo de smarthomes, todo comienza con la elaboración de un proyecto inicial adecuado, en el que también se tiene en cuenta el mantenimiento preventivo y correctivo de la instalación. La capacidad de detectar, reducir o suprimir problemas inminentes en los equipos puede reducir la posibilidad de accidentes que podrían tener consecuencias peligrosas para las personas que habitan dentro.
“Cuando se piensa en una reforma eléctrica o en automatizar un inmueble, lo verdaderamente inteligente es contar con un equipo multidisciplinar de profesionales con amplia experiencia que brinden el asesoramiento necesario y que ofrezcan soluciones fiables, económicas y eficientes” explican desde New ALFROVI tras su experiencia contrastada por décadas de trabajo a sus espaldas. “Los profesionales han tenido que adaptarse y reciclarse pues desde que se pusieron los cimientos de esta empresa han sido muchos y muy numerosos los cambios sufridos por el sector”.
La transición del mercado y parque automovilístico hacia los motores alimentados por baterías eléctricas es uno de los grandes proyectos en las nuevas construcciones y reformas. Será necesario instalar cargadores de coches eléctricos en prácticamente todos los garajes privados y comunitarios, pero también en los públicos y gasolineras, tarea ésta en la que son especialistas.
Y esto es solo el principio, la llamada punta del iceberg de un sector que necesita estar en constante actualización para responder a la demanda del mercado y de los avances tecnológicos.