Suma y sigue

Siguiendo la metáfora a los independentistas catalanes hay que hablarles en castellano, porque precisamente el nombre de Cataluña es tierra de castillos esto es Castilla, que seguramente los indepes no conocen ni estas coincidencias.

Resulta que ahora el Sr. Sánchez les va a ofrecer un plan de inversiones y creo que 31 muevas competencia y resolver varios completos entre el Estado español y el Gobierno catalán, y yo por mi parte y la de mis colegas añadiría “dos huevos duros”.

He venido señalando el cabreo que existe en España con el trato de súper privilegio hacia los catalanes que logran siempre los independentistas, y me creo que eso no es intrínsecamente bueno, mejor dicho es peor, incluso para los catalanes, ya que eso es lo que les hace impopulares en el resto de España, un ejemplo ya lo conté en otros artículos que en Cataluña se han gastado de más y el Gobierno español les habilito más de 70.000 millones de Euros en cuatro años, lo cual supone 2500€ por catalán y año y en la provincia de Ávila donde resido están muy contentos porque en este año hay previsto para industrializar 10 € por abulense y año, es decir se pasan durante cuatro año dilapidando 2500€ euros por catalán y año y los abulenses están contento porque un año se le de 10€ por abulense y año.

Cuando me educaban mis padres si incumplía con lo que se esperaba de mí, me castigaban, a los independentistas catalanes cuando incumplen se los premia, pero además sin querer hacer demagogia, resulta que en el resto de España hay bolsas de pobreza incluso de pobreza infantil, como ha reconocido este gobierno y los señoritingos indepes catalanes despilfarrando, no se les caerá la cara de vergüenza a los indepes que se les hizo la boca un fraile de tanto pedir al Estado Español cuando hay necesidades mucho más perentorias que atender, pues no se cortan y piden que un prófugo se le ponga una oficina seguridad y un coche, que será legal pero moralmente es reprobable, porque qué país paga a presuntos delincuentes, coches, secretarias, escoltas, resulta antiestéticos además de éticamente reprobable, luego los “getas” independentistas se enfadan si el resto de los españoles se enfadan con lo que ellos preconizan y exigen.

(*) Pedro J: Rodríguez Iglesias es escritor.