Medio centenar de pasajeros ya a esa hora, esperan la llamada al embarque prevista según el panel informativo- a las 05’50. Sin embargo a las 06’10hrs no se advierte movimiento alguno en el mostrador de la compañía excepto las bromas que a esa misma hora y desde hace un buen rato intercambian dos veinteañeros con uniforme supuestamente de la aerolínea en cuestión. A las 06’15 hace su aparición una chica joven que comienza a mover unos pedestales con letreros para “hacer camino” a los pasajeros que apresuradamente, comienzan a llamar los dos empleados anteriores.
Todo transcurre sin novedad hasta que le toca el turno a una pareja de la cual, la pasajera es informada de manera muy descortés por uno de los dos empleados de que no podrá embarcar ya que la tarjeta de residencia que ha mostrado junto a la tarjeta de embarque, NO VALE como documento para viajar y que es preciso que muestre su pasaporte que la pasajera, no porta con ella. Comienza entonces un inútil diálogo con el empleado que no admite ningún razonamiento aún cuando la pasajera le dice que meses antes ha volado a Las Azores (territorio portugués), que ha viajado a Paris, Italia, Alemania y Holanda y siempre ha podido hacerlo con su tarjeta de residencia sin ningún problema. El empleado responde que eso, “es cuestión de cada línea aérea y que Air Europa tiene su propia reglamentación”, afirmación que es “reforzada” por el otro empleado al decir que “las leyes de documentación cambian todos los días” y que es probable que desde que la pasajera pudo volar a Las Azores con su tarjeta de residencia, “hayan cambiado más de una vez”.
Se le insiste al empleado que al momento de emitir las tarjetas de embarque el departamento de ventas y reservas de la compañía ha comprobado la documentación y ha procedido sin reparos, a la emisión de la tarjeta de embarque. Respuesta del empleado: “Lo que haga el departamento de ventas y reservas no nos incumbe ya que aquí en el aeropuerto tenemos nuestras propias reglas”
Mientras tanto el primer empleado dice que hará una consulta a su supervisor y aparentemente, llama a un teléfono y el diálogo con el supervisor tarda algo menos de 5 segundos y el empleado cuelga y vuelve a decir que no. Que la tarjeta de residencia que exhibe la pasajera no vale ya que sólo puede usarse dentro de España y que en términos prácticos, “vale poco más que la Tarjeta Sanitaria”.
Consultado si puede llamar a un superior afirma que los “superiores” en ese momento son ellos y que no hay más que hablar. Seguidamente, arroja la tarjeta de residencia al mostrador y desaparece junto a su compañero por el “finger” de embarque al avión. La pareja se dirige luego al mostrador de ventas de Air Europa en el área de facturación para ver si pueden cambiar su vuelo para uno más tarde donde un empleado muy descortés y poco amable les dice que pueden cambiar su billete previo pago de una penalización por no presentación al vuelo de 150 euros cada uno.
Al pedir una hoja de reclamación, una chica –esta vez muy amable- entrega y recibe más tarde, la hoja debidamente cumplimentada la cual –al decir de otras personas allí presentes- no servirá de nada puesto que Air Europa no hace ningún caso a las reclamaciones que presentan sus usuarios.
La propia página WEB de Air Europa en el apartado DOCUMENTACION , indica de manera clara que los pasajeros de “Otras nacionalidades” necesitan para viajar a DESTINOS SCHENGEN, Pasaporte visando en función de la nacionalidad o TARJETA DE RESIDENCIA EXPEDIDA POR UN PAIS SCHENGEN, es decir en este caso, la pasajera CUMPLÍA con el requisito señalado en la propia web de la compañía.
Las tarjetas de embarque reproducidas en este artículo y en las cuales se ha omitido el nombre de los pasajeros para preservar la identidad de los mismos, son reproducciones de las originales emitidas por la propia Air Europa e indican tanto el localizador de la reserva como el número de billete y que los graciosos y bromistas veinteañeros encargados del embarque de la pasajera del vuelo UX1159Y17FEB MAD LIS se negaron a admitir.
De modo que si está pensando en viajar en una compañía Low Cost, asegúrese de revisar bien su documentación y ojalá tenga la suerte de ser atendido por verdaderos profesionales de la aviación comercial y no por dos niñatos prepotentes e ignorantes de las regulaciones que aplica la propia compañía para la cual trabajan.
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