Además, las autoridades de la capital francesa, donde viven más de dos millones de habitantes, precisaron que no se planteaba ninguna "prohibición" sino que se trataba únicamente de un objetivo.
Gobernada por la socialista Anne Hidalgo, París avanzaría así en el objetivo del Gobierno francés, que anunció en julio el fin de la venta de vehículos diésel y gasolina para 2040.
"Si queremos alcanzar ese objetivo, esto implica que la salida del diésel y de la gasolina se produzca varios años antes en zonas urbanas y en particular en las grandes ciudades", precisó la alcaldía en su comunicado.
"La idea es planificar a largo plazo el fin de los vehículos a combustión térmica, esto es, de energía fósil, antes de 2030. Se trata de una estrategia que busca definir una ciudad neutra en carbono a medio y largo plazo", explicó a la cadena de televisión Franceinfo el ecologista Christophe Najdovski, concejal local de Transportes.
"Es factible. Varios constructores de automóviles anunciaron el fin del diésel y se están enfocando cada vez más en los motores eléctricos", aseguró.
"El sector de los transportes es uno de los principales sectores de emisiones de gases con efecto invernadero", recordó. "La ciudad de París desea tomar la delantera, porque el tiempo apremia", agregó, subrayando que otros países, como India, habían anunciado el fin de los vehículos con motor térmico para 2030.