“Desde que vivo a la defensiva, tratando de no pasarme de la raya y de poner tierra de por medio entre mis debilidades y yo, es verdad que paso en mi salón el tiempo que antes pasaba en los bares y que mrar la ciudad desde mis balcones es el único modo que tengo de tomarles el pulso a las calles que tanto amo”, dice Joaquín Ramón Martínez Sabina (Úbeda, 1949) a modo de introducción en el libro.
Benjamín Prado, (Madrid, 1961), poeta que ha publicado diversas novelas, ensayos y poemarios con títulos como: Raro, Nunca le des la mano a un pistolero zurdo, Donde crees que vas y quien te crees que eres, Alguien se acerca, No solo el fuego, Marea humana, A la sombra de un ángel, Romper una canción, o Ya no es tarde.
El libro se presenta como una manera de ver por la mirilla o el ojo de una cerradura la gestación de las canciones del disco Lo niego todo por Joaquín Sabino y sus amigos Benjamín Prado y Leiva, como componen música y letras para unas canciones con estribillos que son poesía y baile al mismo tiempo, ver como discrepan y discuten hasta llegar a un acuerdo y reconciliación.
“Lo niego todo/ aquellos polvos y estos lodos/ lo niego todo,/incluso la verdad, la leyenda del suicida/ y la del bala perdida/ la del santo beodo. Si me cuentas mi vida/ lo niego todo”, dice la letra de Joaquín Sabina y Benjamín Prado, con música de Leiva, para el disco, que ha sido un éxito de ventas.
La letra de las canciones está recogida al final del libro, incluso una estrofa inacabada, que el lector puede finalizar a su antojo.
El índice del libro acoge apartados como: “Qué vamos a hacer con el dinero”, por Leiva o “Justificación de esta obra”, por Joaquín Sabina y Benjamín Prado. Hay también textos de Rubén Pozo, Ariel Rot y Jaime Asúa.