Los diputados allanaron este miércoles el camino para una votación ese día al decidir en comisión presentar en el orden del día una ley al respecto.
"El camino está libre para la igualdad", tuiteó una diputada de los Verdes, Renate Künast, favorable al proyecto, que además acordará derechos ampliados a las parejas del mismo sexo para la adopción.
La inscripción formal del texto en el orden del día de la última sesión plenaria del Bundestag antes del receso veraniego no se oficializará hasta el viernes, lo cual es una formalidad puesto que sus partidarios son mayoría en la Cámara baja alemana.
El proyecto se aceleró a principios de esta semana tras el cambio de opinión de la canciller.
Opuesta durante mucho tiempo a la unión de personas del mismo sexo, Merkel se negaba hasta ahora a contrariar al sector más conservador de su electorado, así como a su aliada bávara, la Unión Social Cristiana (CSU), muy tradicionalista en temas sociales.
Los conservadores hubieran preferido que esta votación tuviera lugar después de las elecciones legislativas del 24 de setiembre. La CDU (Unión Demócrata Cristiana) se manifestó en contra del proyecto, pero se encontró en minoría.
La canciller criticó la prisa. "No hablamos de un cambio menor a una ley sino de una modificación a nuestra Constitución que afecta las convicciones profundas de personas, así como la concepción del matrimonio, pilar de nuestra sociedad (...) No comprendo que tal decisión sea transformada en conflicto partidario, lo encuentro triste y totalmente inútil", lamentó en una entrevista a la revista Wirtschaftswoche.
Un asunto incómodo
El lunes, la jefa de gobierno se había declarado por primera vez abierta a un voto "de conciencia" de sus diputados, que podrán votar en absoluta libertad.
Con esta inesperada voltereta, la canciller busca desembarazarse de un asunto cada vez más incómodo en la campaña para las legislativas, en tanto la presión de los otros partidos y de la opinión pública a favor de esta legalización sigue en aumento. Un sondeo de la cadena ZDF revela que el 73% de los alemanes está a favor del matrimonio gay.
El gran problema para ella: el Partido socialdemócrata, por detrás en los sondeos, vio una ocasión de recuperar terreno y presionar a Merkel, imponiendo una votación a toda prisa.
Una votación que, en función de la relación de fuerzas en el Bundestag, sólo puede ser positiva para el matrimonio entre personas del mismo sexo. Los tres partidos de izquierda representados (SPD, ecologistas e izquierda radical) cuentan juntos con la mayoría ante los conservadores de la canciller, entre los cuales un tercio, según la prensa, también votaría a favor de la ley.
Al precipitar las cosas de esta manera, los socialdemócratas sellan 'de facto' el divorcio de la coalición que forman con los demócratacristianos desde 2013, a tres meses de las legislativas en que Merkel bregará por un cuarto mandato.
Ruptura
Volker Kauder, jefe parlamentario conservador, denunció una ruptura de confianza por parte del SPD. Otro responsable de la CDU, Jens Spahn, habló de un "acto muy inhabitual en una coalición".
En efecto, la adopción del matrimonio para todos no figura en el contrato de coalición entre ambas formaciones, concluido tras las anteriores legislativas.
El clima entre los socios se enrarece, en la medida que el SPD pasó al ataque para intentar reducir los 15 puntos por debajo de la UCD que pronostican los sondeos.
Martin Schulz, líder del SPD, acusó a Merkel de "atentar contra la democracia" al rechazar, según él, hablar sobre los asuntos que preocupan a la población alemana, reposándose en sus balances. Esto ha provocado la furia de los conservadores.
Asimismo, al poner al matrimonio gay en el tapete, el SPD ha logrado provocar disenciones en la familia conservadora, en la que numerosos diputados critican a Merkel por su cambio sorpresivo, según los medios.