La CUP ha decidido este sábado facilitar la aprobación de los presupuestos de la Generalitat de 2017 entre duras críticas a la política económica del Govern. El apoyo de los cupaires a los presupuestos tiene un único motivo: el referéndum de autodeterminación anunciado por Carles Puigdemont. "Es un 'sí' condicional y con fecha de caducidad", ha afirmado el portavoz del Secretariado Nacional de la CUP, Quim Arrufat, que ha añadido que los cupaires "retirarán el apoyo" al Govern si no hay referéndum en septiembre.
El Consejo Político y el Grupo de Acción Parlamentaria de la CUP, que agrupa a la docena de asambleas territoriales y a las organizaciones próximas a la formación, ha dado el 'sí' a las cuentas por 39 votos a favor, 22 en contra y dos abstenciones, que se plasmarán en 2 votos a favor y ocho abstenciones de los diputados de la CUP –el apoyo mínimo necesario para aprobar los presupuestos.
Con su ultimátum con el referéndum, los anticapitalistas buscan que la digestión de su apoyo a las cuentas sea menos pesada. Estuvieran por aprobar las cuentas o rechazarlas, todos los cupaires compartían que los presupuestos no eran de su agrado. La decisión pues, se ha tomado más en términos tácticos de cara al referéndum que en base a una coincidencia ideológica con las cuentas.
"No damos el 'sí' porque compartamos el contenido social de los presupuestos sino para dejar vía libre al referéndum y al proceso constituyente", ha indicado Arrufat. Por su lado, la diputada Eulàlia Reguant ha cargado con dureza contra los presupuestos y ha afeado al Govern que no haya hecho un "esfuerzo redistributivo" para subir los impuestos a las rentas altas y mejorar los ingresos.
Para amarrar un acuerdo en fiscalidad, la CUP llegó a dar a escoger al Govern subir tan solo el IRPF y dejar al margen de la reforma fiscal los impuestos de Sucesiones y Patrimonio. Pero ni así logró que el PDECat se moviera de su línea roja contraria a tocar los impuestos.
"Todas las supuestas cesiones del Govern a la CUP responden a la décima extra de déficit otorgada por Cristóbal Montoro", se ha encargado de recordar Reguant, en referencia a los 140 millones extra en Educación y a los 45 en Renta Garantizada de Ciudadanía que el Govern puso sobre la mesa este lunes.
Los anticapitalistas llegaban a esta cita decisiva presionados para aprobar las cuentas tras el acuerdo entre el Govern y los sindicatos educativos, por el que se incorporarán al sistema 5.500 docentes. Además, el Ejecutivo había amenazado con dar carpetazo a la legislatura y convocar elecciones anticipadas si los asamblearios rechazaban las cuentas –como ya hicieron con las de 2016.
No se repetirá la historia y el Ejecutivo de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras logrará aprobar sus primeros presupuestos. Los números para 2017 que avalará la CUP, pese al aumento de 1.170 millones del gasto social, no revierten por completo los recortes de Artur Mas. El presupuesto en Sanidad, por ejemplo, es un 11% menor al del año 2010.
Oriol Solé Altimira
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