Lima: la Ciudad de los Balcones

La profusión de estos balcones, le dan una particular armonía y originalidad a este patrimonio de la humanidad en Lima. Los habitantes limeños nunca lo concibieron como algo fuera de lo común, por la cantidad de éstos. Se habla de Lima como “La ciudad de los balcones”.

Casonas moriscas

De acuerdo a los historiadores, los nobles y personas adineradas que llegaban a la capital del virreinato construían sus casonas y mansiones con  estilos similares a la arquitectura árabe-morisca española.

En la época colonial, con la llegada de los inmigrantes, no se acostumbraba a que las mujeres salieran a pasear por las calles. Por ello, balcones y ventanas cumplían su rol enmarcado dentro de las estrictas normas de la época, la que permitía a la señoras de alcurnia observar el quehacer de la ciudad sin tener que salir de sus casas, al tiempo que ofrecían la discreción necesaria.

Su ornato correspondía al típico enrejado del norte de África, y además agregaba frescura y sombra a un clima cálido y sin lluvias, como era en Lima y Marruecos.

El lujo y la ostentación de la arquitectura de estos bellos balcones  eran únicos: nunca se repetía el mismo diseño: mientras algunos eran abiertos y sin cerramientos, otros de cajón, cerrados o esquineros. La mayoría se construía con celosías que contribuían al paso de la luz y aire, a la vez que prestaban la intimidad necesaria a las miradas desde el interior.

Cerámicas, Mosaicos y Terremotos

Tal como se construía en Marruecos, la mayoría de los balcones eran decorados con cerámicos y mosaicos sevillanos, lo que a través de los años, los múltiples terremotos y el deterioro del tiempo se fueron destruyendo. Pero luego, fueron reemplazados por otros criollos de igual tallado y finura.

Dentro de los balcones se instalaban bancas para que las coquetas y curiosas limeñas pudiesen observar el ir y venir de la ciudad sin ser vistas. Era tal la cantidad de estas construcciones que Lima adquiere una peculiar característica urbana, parecida a verdaderas calles aéreas.

Bruno Roselli, un gran luchador  en pro de la conservación de los famosos balcones, afirmó que eran a Lima como la torre Eiffel a París, la estatua de la Libertad a Nueva York o Trafalgar Square a Londres.

Adopte un Balcón

En la actualidad  la Municipalidad metropolitana de Lima está ejecutando una campaña para la recuperación de estos  balcones, en la que convocó a la empresa privada para que bajo el lema “adopte un balcón”, sean restaurados, para  que luzcan con toda la magnificencia de su época de oro. Hay varias empresas empeñadas en este trabajo, como compañías telefónicas, cadenas comerciales y supermercados.

Casa Aliaga

Esta fue construida en 1536 sobre un santuario precolombino que existió antes de la época colonial. Cuando Francisco Pizarro decidió edificar su sede de gobierno, se designó a Diego de Agüero como encargado de dibujar los planos de la ciudad. De este modo, los solares vecinos a la casa de Pizarro fueron asignados a sus más cercanos  comandantes y nuevas autoridades de la Colonia. Al lado de la casa de Francisco Pizarro se construyó la que habitaría Jerónimo de Aliaga Ramírez, lo que era un claro indicador del grado de consideración que tuvo el conquistador hacia él. Hay que resaltar que desde esa fecha hasta hoy la propiedad ha sido habitada permanentemente por los descendientes del primer propietario.

Se trata de la mansión más antigua de la ciudad y se encuentra frente al Palacio de Gobierno, en una calle lateral. La mansión, que se encuentra en excelente estado de conservación y alhajada como en la época del virreinato, sirve en ocasiones para eventos culturales muy especiales.

Casa del Oidor

En ésta, la más antigua de la ciudad, habitaba el Oidor, que era nombrado por la monarquía española para actuar en la administración colonial. El rol del Oidor era recorrer el territorio para controlar su gobierno. En ese sentido, asesoraba al virrey como consultor.

Casa de Pilatos

Es una de las casas más antiguas de Lima. Fue construida por un sacerdote jesuita, Luis Portillo en 1590.  El nombre le fue dado por los españoles que llegaron y constataron la similitud de esta casa con la existente en Sevilla.

Casa Goyeneche

Construida en 1863, con influencia francesa, ésta es una de las más destacadas dentro del casco histórico de Lima. Se encuentra conservada en su estado original con sus típicos balcones.

Casa de Riva Agüero

Edificada en el siglo XVIII por la familia Riva Agüero, su último morador, José de la Riva-Agüero y Osma, la donó a la Pontificia Universidad Católica del Perú. Actualmente se usa como sede del Instituto Riva Agüero, conservando un interesante archivo histórico y su biblioteca. A su vez funciona como Museo de Arte Popular de la mencionada  casa de estudios superiores.

Casa de las Trece Monedas

Su construcción data de mediados del siglo XVIII, su estilo es rococó y su fachada está de acorde a la ciudad, lo que le da un encanto especial. Su estructura es de un piso con altillo, conservando sus puertas, ventanales y rejas originales, realizadas con un excelente diseño.

Actualmente, la Casa de las Trece Monedas funciona como un restaurante turístico del mismo nombre.