¿Cabe una reflexión en la sociedad actual con criterio y buen orden, del desajuste adquirido en este tiempo moderno?
Hay que pasear, caminar, conversar en la calle u otro lugar para apreciar y observar a personas de todos los niveles sociales su pabellón auricular, y uno de sus lóbulos o los dos adornados de pendientes, lo representan con orgullo, satisfacción y alegría los exhiben.
Es asombrosa la variedad que se puede encontrar en cualquier centro comercial, tienda de barrio etc. los hay pequeños, para no destacar la timidez la hay que respetar. Grandes, para el osado, que lanza al brillo solar la joya pinchada, que la vea orgullosa la sociedad, los hay de cruces, plumas, piedras brillantes, botones negros, de símbolo religioso, los que hacen el lóbulo grande y circular. Negros, blancos, son enormes las formas que se pueden encontrar… ¿que siente quien lo lleva?.. ¿Que trauma perjuicio o complejo trata de subsanar?
Nunca la sociedad imaginaba poder visualizar tan atractivo y peculiar paisaje. Ya no queda nada consolidado, todos y todas, todas las cosas, cual sean, todos y todas las podremos llevar.
Han ejercido cruzadas en el tiempo para adornar su aspecto, dejando a criterio ajeno la virilidad natural.
¿EL PENDIENTE, PARA ELLA O PARA EL?
ELLA. ¿Has visto mis pendientes?
EL. No.
ELLA. Los he dejado encima del tocador.
EL. ¿Estás segura? ¡Mira por otra parte!
ELLA. ¿Por dónde miro?
EL. Por donde quieras, pero déjame tranquilo.
¡Las cosas compartidas, a quien la razón habrá que dar!
A LOS PENDIENTES, les falta tarjeta de identidad.
ELLA es tradicional, dueña por el tiempo y la antigüedad.
EL, snob, y perdedor de la virilidad. ¿POR QUE DONDE ESTA LA VIRILIDAD?
(Vicente M. González - Madrid, 16 de Septiembre 2016)
Si (
No(
