Un grupo de bonistas impugna el acuerdo de refinanciación de Abengoa

Un grupo de bonistas de Abengoa ha solicitado al Juzgado de lo Mercantil n"- 2 de Sevilla la revisión de determinados aspectos del Acuerdo de Refinanciación de la empresa. Los bonistas, propietarios de más de tres millones de euros de títulos de Abengoa, han puesto de manifesto en su demanda la existencia de aparentes irregularidades en el proceso de refinanciación de la deuda de la empresa, en el que están comprometidos cerca de 9.500 millones de euros.

Los bonistas demandantes, algunos de los cuales operan desde hace años en el sector de las renovables, consideran que el Acuerdo de Refinanciación, lejos de garantizar la viabilidad de Abengoa, está permitiendo a la empresa, “monitorizada” desde hace meses por las principales entidades financieras acreedoras lideradas por Banco Santander, deprenderse a bajo precio de los principales activos y evitar la intervención de la actividad que hubiera supuesto la declaración del concurso de acreedores.

La demanda de los bonistas, presentada el pasado 16 de mayo por los abogados Angel Zamora de la Peña y Faustino Cordón, argumenta que, según su criterio, la situación actual de Abengoa se debe no sólo a una posiblemente errónea estrategia de negocio de la compañía, sino también al intervencionismo de las entidades financieras que han impuesto a la empresa las líneas de actuación en los últimos años, asumiendo la posición de verdaderos administradores de hecho de la sociedad andaluza.

En opinión de los bonistas, la propia colocación de las obligaciones de Abengoa por parte de las entidades financieras a sus clientes ha podido servir de mecanismo de reestructuración de la deuda. De acuerdo con los estados financieros de Abengoa, auditados por Deloitte y citados por los bonistas, en los últimos años la deuda de Abengoa con entidades financieras se ha visto reducida en 1.000 millones de euros a costa de incrementar el importe de las obligaciones (básicamente bonos del grupo) en idéntico importe. Así, explica la demanda, los bancos habrían reducido su riesgo a costa de sus propios clientes, a los que han colocado títulos con una rentabilidad muy superior a la de su propia deuda, algo realmente extraño, si no fuera porque las entidades financieras podían conocer de primera mano la incierta situación financiera de Abengoa.

Gestión tutelada por la banca acreedora

Según la demanda de los bonistas, la gestión de la situación de crisis de Abengoa en los últimos meses ha sido claramente tutelada por la banca acreedora. La demanda indica que no se entiende la sustitución de los asesores tradicionales de la compañía en un momento tan crítico por otros tradicionalmente ligados a las entidades acreedoras y sus accionistas de referencia. Abengoa, que ha despedido a un porcentaje muy elevado de su plantilla, está en proceso de enajenación de sus principales activos y, según los bonistas, pretende convencer a sus acreedores de la necesidad de una reestructuración cuya foto final pasa por entregar la compañía a la banca acreedora y a los fondos internacionales. La conclusion de los demandantes es que la Abengoa resultante de la reestructuración mantendrá la actividad de servicios con un equipo residual de personas y la marca, dejando en la estacada a los inversores privados, muchos de ellos andaluces, que apostaron por la compañía, como es el caso de los bonistas.La demanda de los bonistas, que impugna la homologación judicial del acuerdo de refinanciación alcanzado por Abengoa con sus acredores, afirma que se ha calculado de forma incorrecta los pasivos financieros de la empresa. Primero, porque se incluye el importe de la deuda garantizada personalmente por las sociedades. Segundo, porque se excluyen del cálculo los pasivos financieros no corrientes y los mantenidos para la venta.

Cómputos erróneos

Los bonistas tambien indican en su demanda que no se han computado correctamente las adhesiones que figuran actualmente en el acuerdo de refinanciación. En ese sentido, asegura que se han incluido pasivos financieros de créditos auditados correspondientes a acreedores no adheridos al acuerdo de refinanciación y que se han realizado adhesiones al acuerdo de refinanciación vía email y con base en poderes extranjeros no apostillados ni debidamente legalizados. Tambien afirma que se ha producido una “falta de dación de fe” en otras adhesiones, así como que existen adhesiones de determinados acreedores financieros que pudieran ser administradores de hecho de las sociedades del Grupo.Estos defectos denunciados en la demanda supondrían un recorte de más de 4.000 millones de euros en los pasivos teóricamente contemplados en el acuerdo de refinanciación y, en consecuencia, que ese acuerdo no alcanzaría el 60 por ciento de adhesión de la deuda que exige la ley. La demanda contra el auto de homologación del acuerdo de refinanciación de Abengoa, en caso de ser admitida, abre la puerta a un nuevo proceso de negociación entre la empresa y los bancos, sin que pueda descartarse que el juez pueda decidir la declaración de concurso necesario de la sociedad, tal y como solicitan los bonistas en su demanda.

FUENTE: LAINFORMACION.COM - SEVILLA| 20/05/2016