Las Antillas Holandesas son tal vez el mejor ejemplo, aunque tal vez extremo, de la gran mezcla que somos los americanos o de las “extrañas” mezclas con que podríamos encontrarnos en muchos rincones de América, así mismos los habitantes de estas islas caribeñas han tenido una historia que no escapa, en términos generales, al resto de los países del continente.
Aruba es un territorio autónomo del Reino de los Países Bajos u Holanda, y es también independiente de las otras cinco islas que conforman las Antillas Holandesas propiamente tal, que son una entidad autónoma desde 1954. La isla de San Martín está compartida con Francia, pero en ella no se habla ni holandés ni francés, sino inglés.
La capital está en Curazao (o Curaçao) y se llama Willemstad.
Hasta 1863 se prolongó la esclavitud en estas islas y durante siglos fue el mayor “supermercado” de seres humanos del Caribe.
Willemstad tiene canales, callejuelas y casas como Amsterdam. Pero las casas, como las del Amsterdam del siglo XVII, están pintadas de colores que sólo allí se dan: púrpura, lila, índigo, esmeralda, terracota.
Más de 50 etnias y nacionalidades se han combinado en estas islas y aunque los idiomas oficiales son holandés e inglés, también se habla español y sobre todo papiamento.
El papiamento es una lengua propia que se basa especialmente en el español antiguo, mejor dicho en el sefardí que llevaron los judíos expulsados de España. Sobre la base de ese español se fueron agregando palabras provenientes del inglés y holandés especialmente.
Las Antillas Holandesas son posesión de los Países Bajos ininterrumpidamente desde principios del siglo XIX y Holanda ha impuesto su carácter. En 1915, la Shell instaló en Curazao, refinerías para procesar el petróleo venezolano del lago Maracaibo y con ello vino un desarrollo económico.
La gente dice que ahora está mejor que hace unas décadas, cuando sólo los blancos y protestantes podían llegar lejos. El cambio vino después de una revuelta. Fue en 1969, cientos de trabajadores se apoderaron de un barrio céntrico e incendiaron más de cuarenta edificios: comercio, oficinas y casas.
La razón fue, problemas de sueldos de las empresas subsidiarias de la Shell, pero esto fue sólo el detonante, había algo más que eso: había lugares exclusivos para blancos, había jefaturas sólo para blancos y todo esto en islas donde la mayoría de la población desciende de los antiguos esclavos llevados de Africa.
Algunos datos
Aruba y Curazao son, tal vez, las más conocidas como destinos turísticos.
Curazao era el nombre de un pueblo de los caiquetíos, nativos arawacos, que habitaban esta isla. Al oeste aún hay playas vírgenes, animales silvestres como venados, iguanas y cientos de pájaros. Se encuentra situada a 64 kilómetros de las costas venezolanas, a 77 de Aruba y 55 de Bonaire. La temperatura es de 27 grados y la del agua de 26.
Esta isla fue bautizada con el nombre de “Inútil” por los españoles. Posee un comercio barato y bastante variado.
De camino al Parque Nacional de Christoffel, a 50 kilómetros de la capital y hacia el oeste, se encuentran las maravillosas playas coralíferas de Knip y Lagún. Existe un parque submarino en la barrera de coral, que tiene en servicio una nave semi sumergible para observar.
En las discotecas se puede bailar reggae, tumba, merengue y salsa.
Desde Curaçao se puede ir fácilmente a Aruba, Bonaire o República Dominicana.
Es recomendable visitar alguna de las haciendas, que poseen casas como sacadas de películas.
También es recomendable considerar en el presupuesto de viaje, el alquiler de un coche.
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