Así, la población madrileña ha aumentado un 3,5 por ciento en el último lustro, alcanzando los 3,2 millones de personas censadas. A esto hay que sumar 1,2 millones de población flotante, los 7 millones de turistas que la capital recibe anualmente, el millón de ciudadanos no registrados y los 120.000 habitantes de Rivas y Arganda del Rey, cuyas basuras también llegan a Valdemingómez. En total, 4,82 millones de individuos generando basura que requiere tratamiento y recuperación.
A pesar de ello, en 2009 se generaron un total de 1,48 toneladas de residuos urbanos, un 3,8 por ciento menos que las 1,54 toneladas de hace un lustro. Así, con independencia del aumento poblacional, se ha podido reducir la basura per cápita de 1,33 kilos por habitante y día a 1,24.
Según Botella, en este proceso de reducción de la basura generada se aprecia "un claro punto de inflexión en 2007", al comienzo de la crisis económica, ya que hasta entonces se había aumentado un 5,92 por ciento la generación de residuos, y a partir de ese ejercicio el descenso ha alcanzado el 9,2 por ciento.
Así, la reducción se debe, por una parte, a que los residuos domiciliarios se han reducido en un 5,7 por ciento en los dos últimos años, pero los asociados a la actividad económica han retrocedido un 20,5 por ciento, lo que es "espectacular" y "tremendamente significativo" a juicio de la delegada, que ha subrayado que entre 2004 y 2007 los residuos de la actividad económica aumentaron un 50 por ciento.
Sin embargo, la menor producción de residuos no es la única buena noticia. También lo es que los madrileños cada vez separan más y mejor en origen. En concreto, la capacidad de recuperación de materiales reciclables en la capital ha aumentado un 41,37 por ciento en los últimos cinco años.
SE SEPARA MEJOR
De este modo, los madrileños han depositado un 54,24 por ciento más de cartón, un 61,88 por ciento más de vidrio y un 8,85 por ciento más de envases, mientras los residuos de la bolsa de resto han disminuido un 14 por ciento.
La mejora de las tecnologías ha permitido asimismo que en la planta de Valdemingómez se haya recuperado en 2009 un 24,16 por ciento más de materiales, pasando de 76.213 toneladas en 2004 a 94.624 el pasado ejercicio, con el consecuente incremento de producción energética.
ENERGÍA PROPIA
Esto permite a la capital producir su propia energía renovable, que aunque sólo supone un 2,3 por ciento del consumo total de la ciudad, alcanza los 323.582 megawatios por hora de media anual en el periodo analizado, lo que equivale al consumo anual de todo el alumbrado y semáforos de la ciudad más el autoabastecimiento de Valdemingómez.
A esto habrá que sumarle el gas que será capaz de generar el Complejo de Biometanización de Valdemingómez, actualmente en fase de pre-explotación pero que empezará a funcionar "próximamente".
Allí se extrae la energía de la materia orgánica que antes sólo se convertía en unas 78.000 toneladas anuales de compost, además de desgasificarse el antiguo vertedero ya sellado y valorizarse energéticamente los materiales no reciclables.
Todo ello permite "reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera en unas 700.000 toneladas", ahorrar unas 563.067 toneladas al año de materiales e "introducir, por primera vez en España, energía procedente de residuos en la red de gas", con lo que "el parque de Valdemingómez podrá producir gas o electricidad, según el precio en el mercado de cada uno de ellos".
Y es que con una tonelada de basura se pueden generar 130 metros cúbicos de biogas, que permiten que un autobús recorra cien kilómetros o que un taxi tenga autonomía para mil kilómetros, mientras que un kilo de materia orgánica produce energía para encender durante una hora 30 bombillas.
Dado que el Complejo de Biometanización tendrá capacidad para 34 millones de metros cúbicos de biogas al año, cuando funcione a pleno rendimiento se podrá abastecer el 25 por ciento de la flota de autobuses de la ciudad (unos 400 vehículos) durante todo el año o suministrar electricidad a 20.500 viviendas.
TASA DE BASURAS
Con este descenso de las toneladas de residuos recogidos también se obtendrá un recorte en el precio del servicio, que redundará en una disminución de la Tasa de Basuras que paga cada madrileño.
Aunque el Consistorio aún está trabajando en la fórmula exacta de aplicación del recorte, Botella ha avanzado que no será lineal, es decir, no se rebajará un 15 por ciento aproximadamente en cada recibo, sino que probablemente se basará en una "redistribución teniendo en cuenta las situaciones económicas de quienes tienen menos capacidad económica". Es decir, que podría reducirse más a unos tramos que a otros, o ampliarse los criterios de exención.
Con respecto a las inspecciones incluidas en la Ordenanza de Basuras, Botella ha explicado que se ha "comenzado con los grandes generadores" para comprobar cómo recicla cada uno, y ha subrayado que, en cualquier caso, los madrileños están "colaborando mucho, también porque les gusta ponerse a la vanguardia de todos".
Además, se ha referido a la sentencia que anula la posibilidad de revisar los cubos de las comunidades de vecinos dentro del edificio y ha señalado que este fallo "acepta por primera vez que los residuos son del Ayuntamiento una vez que salen a la calle". "Eso es fundamental", ha apostillado.
LABOR EDUCATIVA
Finalmente, Botella ha hecho referencia a la labor educativa que se lleva a cabo en Valdemingómez, un centro que desde 2004 ha recibido una inyección de "más de 143 millones de euros". Allí se ha reservado un espacio de 1.925 metros cuadrados para funciones educativas, el aula más grande de España que además ahora cuenta con un especio reservado para niños de seis a ocho años.
En total, la planta madrileña recibió durante 2009 a casi 11.000 visitantes de todo el mundo, además de 897 escolares que participaron en talleres al aire libre. "Queremos explicar cómo funcionamos al mayor número posible de personas", ha indicado Botella, apostillando que es así como se consigue generar hábitos para "vivir respetuosamente", especialmente a los niños.
"Gestionar bien los residuos también es una forma de luchar contra la crisis. Frente a la cultura del 'usar y tirar' que imperaba hasta ahora hay que volver a los valores del ahorro y el reciclaje. De esta crisis podemos extraer algo positivo, y en este caso puede ser un cambio de valores para consumir menos, reutilizar, reciclar y ahorrar. Así estaremos en la senda para superar la crisis", ha zanjado la delegada.
Finalmente, ha destacado que éste es el camino para conseguir "un nuevo modelo energético basado en energías renovables y menos dependiente del exterior", lo que en Madrid se está logrando con un "sistema pionero" que es "de los más avanzados de Europa" así como el único en España que trata de forma integral la basura.
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