PACMA destapa las terribles condiciones de la Unidad de Guías Caninos de la Policía Nacional de Sevilla

Los perros contraen enfermedades reumáticas y bacteriológicas por el contacto constante durante el invierno con el suelo mojado.

Además, las pistas de entrenamiento se encuentran en completo abandono y la clínica veterinaria no tiene unas condiciones higiénico-sanitarias adecuadas.

Incluso en alguna de las imágenes se observa la rotura de los medios anti-incendio, que vulnera la legislación de Prevención de Riesgos Laborales.

Alguna de las situaciones que viven estos perros podría considerarse como un caso de maltrato animal, tipificado como delito en el Código Penal.

En las fotos de las perreras (los cheniles donde se guarda a los perros) se puede observar cómo hay estructuras metálicas totalmente desgastadas y oxidadas con aristas cortantes, que son autenticas cuchillas, y que causan continuamente heridas a los perros. Se encuentran en zonas donde los animales apoyan sus patas para asomarse hacia afuera de la perrera. También los azulejos rotos les provocan cortes en las patas y en el hocico.

En las fotografías se observa también cómo en la zona donde tienen instaladas sus camas y donde duermen, el suelo es de hormigón y se encuentra tremendamente deteriorado, lo cual no facilita el drenaje del agua ni su limpieza. Esta imposibilidad de drenar el agua provoca que se acumule humedad durante todo el invierno y que se cree una capa de moho y verdina en el suelo donde duermen los animales. Como consecuencia, algunos de ellos contraen enfermedades reumáticas y bacteriológicas.

Fotos de la clínica veterinaria

En las fotografías se observa el estado también de la clínica veterinaria, que parece completamente abandonada y oxidada. En este lugar y en estas condiciones se almacenan los medicamentos de los perros y se realizan curas, vacunaciones e incluso alguna operación de menor entidad.

Fotos de la pista de adiestramiento

La zona en la que se entrena a los perros está llena de desechos y malas hierbas. El terreno es cemento deteriorado y lo que se observa al final de la explanada es una montaña de excrementos de todos los caballos de la Unidad de Caballería. Esta pista está unida a la zona de las perreras y la montaña de excrementos que se observa dista de donde viven los perros no más de 30 o 40 metros, por lo que supone un foco de infección y de mosquitos de manera constante. Es importante recordar que enfermedades como la leishmania o la filaria se transmiten por la picadura de mosquitos.