España en la cima del mundo

La Alemania del "bombardero'' Gerd Mueller fue el primer equipo que tuvo al mismo tiempo los dos títulos cuando obtuvo el de Europa en 1972 y dos años después conquistó, en casa, el Mundial 1974. Francia, con el liderazgo de Zinedine Zidane, se proclamó campeón mundial en 1998, también en casa, y después fue campeona de Europa en el 2000. Por último, Brasil, con el goleador Ronaldo a la cabeza, consiguió la Copa del Mundo en Cora-Japón 2002, y dos años después la Copa América al imponerse a Argentina por penaltis. La selección española se ha alzado con la victoria en un Mundial por primera vez en su historia gracias al gol de Iniesta en un partido tosco y hasta bronco en la primera parte y deslucido, en la segunda. Se convierte en la octava selección en alzarse con la gloria del trofeo más importante del mundo y se une a Brasil, Italia, Alemania, Argentina, Uruguay, Inglaterra y Francia. Esta final pasará a la historia por el arbitraje permisivo de Howard Webb, por el juego duro de los holandeses y por la casta de los españoles, que hasta el final estuvieron buscando la victoria. Ganó el que más lo buscó y esa no fue otra de que la selección española. Los nervios y las duras entradas de los jugadores holandeses no permitieron durante la primera parte a España realizar el juego con el que deslumbraron frente a Alemania. Los de Del Bosque tocaron con fluidez en los diez minutos que tardó Van Persie en dar la primera patada. Después sería De Jong con una brutal entrada con los tacos sobre el pecho de Xabi Alonso quien asustó a los asistentes. Howard Weeb muy desafortunado entendió que el tulipán no merecía la expulsión. Los golpes parecieron desconcertar a los de Del Bosque, que dejaron de tocar como ellos saben. Xabi Alonso volvió a ser organizador del equipo y eso era un mal síntoma para el juego de España. Sólo un par de llegadas de Sergio Ramos y otra de Villa pusieron el miedo en el cuerpo a los tulipanes. Los holandeses intentaban explotar sus virtudes, salir a la contra con velocidad cuando robaban en el centro del campo. Robben tuvo su ocasión producto de una pérdida, pero Casillas, muy entonado toda la noche, eliminó sus opciones de gol. En la segunda parte España salió con más convicción y, sobre todo, con más agresividad. Xavi Alonso adelantó su posición y el Xavi del Barça empezó a tocar con tranquilidad y la Selección dio otro ritmo al partido. Pero de nuevo los golpes de los jugadores holandeses irritaron a los españoles. Hasta cinco amarillas enseñó a los agresivos oranje a lo largo de encuentro. Del Bosque apostó por retirar a Pedro, para dar entrada a Jesús Navas. El andaluz fue un jugador dinámico pero aislado, nunca combinó con sus compañeros, sino que buscó centros sin tener ningún rematador en el área. Un error defensivo dejó un mano a mano entre Robben y Casillas y, como en las grandes ocasiones, el "Santo" salvó el gol milagrosamente con el pie. El susto animó a los Xavi, Iniesta y compañía a dar un paso adelante y Villa tuvo la ocasión más clara. Delante del guardamenta el "guaje" chutó con fe pero un defensa se interpuso en su camino cuando España cantaba el gol. Ahí España comenzó a dominar y salvó una contra de Robben y Puyol y Casillas salvaron con experiencia los tulipanes estuvieron encerrados. A ocho minutos del final Del Bosque dio entrada a Cesc en sustitución del desafortunado Xabi Alonso. España mantuvo la pelota hasta que el colegiado decidió que se debía disputar la prórroga. Ya en el tiempo añadido España volvió a ser equipo que nos maravilló. Cesc, Xavi e Iniesta fueron esos locos bajitos que tanto placer dan cuando tocan la pelota. Xavi la tuvo en el área pero un penalti que no se pitó le impidió marcar. Cesc, en un mano a mano, envió la pelota contra el pie de Stekelenburg. E Iniesta dentro del área decidió no dársela a Villa, en el único error que cometió el de Fuentealbilla. En la segunda parte de la prórroga Iniesta se convirtió en el mejor tocador del mundo para provocar la expulsión de Heitinga tras una falta descarada, una más. Los holandeses destrozaron su estilo y desde entonces se dedicaron a perder tiempo y a jugar duro, como todo el encuentro. Y como no, para hacer a 45 millones de españoles los más felices del mundo. Torres colgó un balón, el rechace le cayó a Xavi, que pasó a Iniesta y este mandó al fondo de las mallas, por fin, el balón.