Otero pide disculpas tras dichos sobre la dictadura

En una escueta declaración en las oficinas de su bufete en Apoquindo, el embajador de Chile en Argentina Miguel Otero pidió las “más sinceras disculpas a todos quienes se hubieran sentido ofendidos” por sus dichos al diario argentino Clarín, donde señaló que “la mayor parte de los chilenos” no sintió la dictadura de Augusto Pinochet.

El representante chileno en Buenos Aires dijo que “siempre he sido defensor de los derechos humanos” y que “no es posible aceptar la violación de los DDHH nunca y en ninguna parte”. “Condeno las dictaduras, condeno las violaciones a los DDHH”, insistió, en una declaración en la que también dijo “compartir” el “dolor de todos aquellos que han sufrido por una dictadura sea donde sea y donde quiere que estén”, señaló, buscando poner así punto final a una polémica por el tenor de sus dichos, de los cuales el propio gobierno, vía Cancillería y secretaría general de Gobierno, se desmarcó.

"Nunca jamás pensé que podría ser malinterpretado al no reconocer el dolor de tantas familias que han sido víctimas de la violación de los derechos humanos”, subrayó, añadiendo –en una suerte de mea culpa- que “le amarga profundamente haber traído atrás el pasado de Chile, nunca debí haber tocado el pasado”.

Tomando en cuenta también que los derechos humanos es una de las banderas programáticas del actual gobierno argentino, de Cristina Fernández de Kirchner, y de la anterior gestión de Néstor Kirchner, Otero declaró que “en este mes que he estado en Argentina he aprendido a apreciar la labor de la Presidenta Kirchner en el manejo de los DDHH”.

“Lo están haciendo en forma extraordinariamente adecuada. Han entregado las cosas a la justicia y han entendido el profundo dolor que sintieron todas aquellas personas que fueron víctimas de una dictadura”, subrayó, consciente de que sus palabras también provocaron efectos en el país vecino.

Otero señaló también que "no quiero que nos separen con Argentina las malas interpretaciones", apostando luego a una relación de futuro con el país vecino.
“He visto en Argentina el cariño y amor hacia Chile, la posibilidad que tenemos de entendernos cada vez como mejores países y lamento profundamente haber incurrido en un malentendido. Nunca fue mi intención y nunca lo quise”, subrayó.

Respecto a su continuidad en el cargo, Otero señaló que “hasta donde sé cuento con la confianza” del Presidente Sebastián Piñera. El mandatario, de todos modos, no ha querido referirse a esta polémica durante su gira por el norte de Chile. Y Otero aclaró que "no he hablado con el Presidente de la República".

FUERTE REVUELO POLÍTICO
La declaración de Otero se produce luego de una agitada jornada en donde se reunió con el vicecanciller Fernando Schmidt en Santiago, y concedió una entrevista a Radio Agricultura, donde señaló haber sido “ingenuo” en la entrevista con el medio trasandino.

Sus dichos causaron un fuerte revuelo político, y gatillaron que la Concertación solicitara su renuncia a la embajada en Buenos Aires, aunque desde su sector, los timoneles de RN, Carlos Larraín, y la UDI, Juan Antonio Coloma cerraron filas a su favor.

Sin embargo, el conflicto amenazaba incluso con efectos en la relación con Argentina, donde el diputado Julio César Martínez, presidente de la comisión de Defensa de la Cámara baja trasandina, anunció la promoción de un proyecto para que se le retire el agreement al representante chileno ante la Casa Rosada.