Los Kirchner pierden el control absoluto del Congreso argentino

Primero fueron los diputados que el miércoles virtualmente tiraron por la ventana del Palacio del Congreso de Buenos Aires la pretensión de la presidenta de utilizar las reservas del Banco Central para pagar la deuda externa del país. Para ello, Fernández declaró nulo un decreto e hizo extensiva esa decisión a otros dos decretos posteriores que ella misma había firmado con dicho objetivo.

"Disparate jurídico"
Este proceso, durante el cual la imagen de la presidenta se fue deteriorando progresivamente, la enfrentó a fines del año pasado con el ex presidente del Banco Central, el influyente economista Martín Redrado, que se opuso a su pretensión. Fernández quiere cumplir con el pago de deudas que vencen este año, 4.382 millones de dólares de reservas excedentes.

La votación fue elocuente: por la nulidad de los decretos se pronunciaron 140 diputados, 93 votaron en contra y otros seis legisladores se abstuvieron. Los ganadores festejaron desde sus escaños como nunca antes pudieron hacerlo en los últimos años.

Pero para la presidenta Fernández el festejo no tiene sentido porque, a su juicio, la votación es "un disparate jurídico" y confía en que en el Senado, donde las diferencias entre oficialismo y oposición no son tan notorias como en la Cámara baja, se pueda revertir la decisión.

El diputado Felipe Solá, disidente del oficialismo, reforzó el sentido de la votación: "El decreto fue declarado nulo de nulidad absoluta. Esto quiere decir que el Gobierno deberá dar marcha atrás y enviar un proyecto de ley al Parlamento".
"Lo importante es que la oposición demostró que tiene una amplia mayoría y que rechaza el pago de la deuda con el uso de las reservas y que lo seguiremos haciendo hasta que sea necesario", dijo la diputada Silvana Giudice, de la Unión Cívica Radical.

La segunda derrota del Gobierno se produjo el jueves en el Senado. Por 35 votos a favor y 33 en contra, se aprobó una reforma a la ley de cheques. Esta ley establece un impuesto al cheque cuyos fondos son volcados a los Gobiernos provinciales en un 30%. Con la reforma, respaldada por la oposición, esos Gobiernos recibirán más dinero del que distribuye la Administración Kirchner. Para que esto sea posible, deberá recibir el respaldo de los diputados, lo cual que ya se da por hecho.

"Tengo miedo"Para este resultado tuvo importancia que el ex presidente Carlos Menem (1989-1999) se abstuviera y que la senadora kirchnerista Adriana Bertolozzi votara en contra del Ejecutivo. "Estoy sola, tengo miedo", le comentó a sus colegas de la oposición la legisladora que es esposa del vicegobernador de la provincia de Formosa, Floro Bogado. No estaba equivocada. Cuando llegó el momento de la votación, los senadores oficialistas, con gestos hostiles y agresivos presionaron a Bertolozzi dentro del propio recinto legislativo para que lo abandonara y no votara.

La diferencia entre oficialismo y oposición en ambas Cámaras –algo que puede llamar la atención en otros países–, tiene la siguiente explicación: los escaños de diputados se renuevan por mitades cada dos años y las de senadores por tercios. Esto significa que la diferencia entre los diputados es mayor, debido a la catastrófica derrota del kirchnerismo en las elecciones de junio de 2009.

Y los votos kirchneristas de apoyo a la presidenta no son claros. Es que la ratificación presidencial esta semana de las elecciones presidenciales de octubre de 2011 por parte del gobierno abre un amplio abanico electoral, e incluso los oficialistas tratarán de marcar diferencias con los Kirchner.