Estrellas del deporte, futbolistas profesionales, tenistas de élite, ciclistas con un gran palmarés… son tan sólo algunos ejemplos de profesiones cuyos protagonistas viven, a menudo, en la ola del éxito; suculentos contratos, ruedas de prensa, promociones publicitarias y baños de masas ante los estadios. A menudo la jubilación y la vuelta a la “vida real” no es fácil y da lugar a lo que se conoce como el síndrome del día después, un fenómeno que afecta de manera especial a profesionales que viven al borde del éxito. Según un estudio realizado por la Fundación Adecco en colaboración con varias instituciones deportivas, el 74,6% de los deportistas profesionales no de élite se forma en otras áreas para prepararse al futuro. Son la mayoría, porque saben que si no lo hacen pueden enfrentarse a serias consecuencias personales una vez abandonados los terrenos de juego.
La vuelta a la “vida real” nunca es fácil, y menos tras una carrera de éxito y fama. Depresiones, problemas con las drogas o el alcohol, sobrepeso o dificultades económicas derivadas del gran tren de vida son algunas de las consecuencias más directas. El brasileño Adriano y el holandés Van der Meyde experimentaron numerosas dificultades con el alcohol; el inglés Paul Gascoigne pasó de ser un millonario a convertirse en un “sin techo” otros, como el Rumano Adrian Mutu, reincidieron en las drogas pese a su gran talento en el terreno de juego.
Es frecuente que los jugadores profesionales intenten convertirse, sin éxito, en entrenadores, como estrategia para alargar su vida deportiva. En ocasiones son fichados por empresas de publicidad quienes intentan sacar rédito, de la fama acumulada. En otros casos son fichados por televisiones donde trabajan como comentaristas ante eventos deportivos.
Ejemplos no faltan, porque quien no se prepara para el futuro siempre acaba pagándolo. “Lo formación tiene que ser pilar en la carrera de cualquier futbolista” afirma José Ignacio Marcet, Director de la Fundación Marcet, escuela de fútbol que acoge cada años a más de 1.200 alumnos y que atestigua muchos de estos casos.
Según las encuestas, el 94,9% de los deportistas retirados quieren seguir vinculados con el deporte, ya sea como entrenadores o gestores. Lamentablemente muchos chicos abandonan sus estudios cuando son fichados por los grandes equipos a los 15 o 16 años de edad. Algunos se arrepienten más tarde ya que cuando se retiran se dan cuenta de su status deportivo ya no les aporta ningún valor.
Más info: 933248203 (prensa) Fuente: Fundación Marcet
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