Inmigrantes “condenados” a 30 años por las… Hipotecas

Rommy dice que de haber sido condenado por un tribunal a prisión efectiva, al menos tendría la esperanza de ver reducida su pena por buena conducta y por los beneficios penitenciarios pero con una hipoteca, -al menos con una como la suya-, “el castigo” aumenta según pasan los meses. Hoy mismo Rommy que arrancó pagando 970 euros de cuota mensual en 2005, va ya por los 1.700 euros mensuales de los cuales, sólo 200 euros van a la amortización de capital y 1.500 euros lo constituyen los intereses y está metido en una hipoteca de 285.000 euros, a 30 años, por un piso de 80 metros en la zona de García Noblejas que compró en 2005 a través de la inmobiliaria TECNOCASA, quien le gestionó una hipoteca con CAJA MADRID a pesar de que su nómina, no superaba los 1.000 euros aunque según afirma Rommy, con el “dinero en negro” que le pagaba la empresa para la cual trabajaba, totalizaba unos 1.700 euros lo cual la inmobiliaria consideró suficiente ya que le ofrecieron el aval de otro ciudadano inmigrante que por esos días, también gestionaba la compra de un piso: “Tu avalas a fulanito, y fulanito te avala a ti”, dice Rommy que fue la propuesta que con toda soltura, le ofreció TECNOCASA para salvar el inconveniente de ser apenas, “un mileurista”.


No obstante lo anterior, la inmobiliaria adujo que el banco exigía la concurrencia de otro aval y esto, obligó a Rommy a solicitar la participación de su madre y fue así como ambos, concurrieron a la oficina del notario en compañía de los responsables de TECNOCASA y CAJA MADRID. En esa ocasión, -según recuerda Rommy-, el notario leyó a velocidad de vértigo y de manera ininteligible para ellos, los términos del crédito y sus condiciones y la sorpresa vino cuando señaló a la madre de Rommy, como avalista tanto de él mismo, como del otro muchacho con quien “cruzaría” a su vez, su calidad de aval. “De otra manera –dijo TECNOCASA-, el crédito no sale”


En resumen, la madre de Rommy le avalaba a él mismo, pero también al otro muchacho a quién hasta ese momento no habían visto nunca. Ante esta situación Rommy dijo que no firmaba pero los responsables de la inmobiliaria le aseguraron –delante del Notario-, que lo de la firma de su madre en el otro préstamo “era simplemente una formalidad y que en un año podría quitárselo”. La madre de Rommy -con el objeto de no anular la operación y no robarle la ilusión a Rommy-, accedió a firmar por ambos ya que según dijo “un año pasaba volando” aunque no conocía de nada, al otro beneficiario de su firma.


Hoy mismo, tanto Rommy como el otro comprador, con quien cruzaron sus respectivas calidades de avalistas, están en el paro, imposibilitados de pagar y la madre de Rommy ve amenazada –por su calidad de avalista-, su propio piso, el cual paga también con una hipoteca, si bien de muchos años antes y que fue obtenida según dice, de manera normal con unos pagos mensuales que son asumibles.


Lo increíble de este caso y de muchos otros manejados al mismo estilo, es que ninguno de los intervinientes especializados vale decir, agentes inmobiliarios, tasadores, bancos y notarios, pusieron reparos a estos avales cruzados y vueltos a cruzar y a la incorporación de manera engañosa, de personas que ignorando las responsabilidades asumidas en un momento de confianza en los “profesionales del rubro”, comprueban tiempo después de que han sido víctimas de una estafa (por llamarla por su verdadero nombre) a todas luces, legal.


SUMA Y SIGUE...

La propiedad que compró Rommy tiene según el catastro, más de 25 años y era al momento de la compra, un inmueble deteriorado, con grifería vieja y puertas en mal estado, con cañerías de plomo de diámetro antiguo y precisaba urgentemente una fuerte reforma, para lo cual, TECNOCASA, ofreció a Rommy, gestionarle un crédito adicional por otros 20.000 euros, oferta que felizmente Rommy (dado que tenía unos ahorros previstos para tal efecto), rechazó. Rommy es oficial de primera en instalaciones eléctricas y el mismo en compañía de unos amigos, acometió las necesarias reformas para dejar el piso habitable.


Así y todo, y auque se trataba de una vivienda de segunda mano y deteriorada, la tasación fue altísima y la hipoteca finalmente subió hasta los 285 mil euros suma exorbitante si se considera la superficie del piso (80mts2), la ubicación (zona de García Noblejas) y la antigüedad del inmueble pero tanto TECNOCASA, como CAJA MADRID, no tuvieron ningún reparo en gestionar una hipoteca en tan evidentes y flagrantes malas condiciones para este ciudadano inmigrante que a sus 27 años, tiene por delante 30 años de una “condena” que en las actuales condiciones no puede pagar: El subsidio de paro de 800 euros que recibe en la actualidad se lo queda íntegro CAJA MADRID a cuenta de los 1.700 de hipoteca que debería pagar todos los meses.


En paro, con una hija de cortos años, y con una hipoteca que dobla lo que actualmente recibe y que seguirá creciendo, el futuro de Rommy luce más bien preocupante y por si fuera poco, su madre, también teme por su futuro ya que además de ser avalista de su hijo por los próximos 30 años, lo es también de un desconocido a quién y pese a lo asegurado por TECNOCASA el día de la firma en el Notario, “no hay herramienta legal que le permita quitárselo de encima”.