Reflexiones motivadas por lo vivido hace 40 años

El ir a clases en forma normal se transformó en un desasosiego permanente en esos primeros meses post 11. El ver como entraban a tu "U" a violentar tus casilleros, como sacaban a compañeros de curso desde el asiento de tu lado para llevárselo e investigarlo, incluso muchas veces muy mal dateados. Vi detener a alumnos proclives al nuevo gobierno, que lucharon contra el gobierno anterior y que muchas veces fueron detenidos en una primera instancia por un error en la nómina que llevaba el oficial a cargo.
La incertidumbre de no perder las últimas micros, porque te podía "pillar el toque de queda", era la angustia de pagar por lo que no habías hecho.

Vi a mi padre, desprendiéndose de un recuerdo añoso, haciendo una fogata para quemar así la culata de madera de su querida escopeta, (con la cual íbamos de niño a los cerros Zapallarinos a "tirar al blanco", más que a cazar) y lo vi enterrar el cañón de ella como un inocente puntal de los rosales del jardín...

Era la tristeza de ver como políticos y politiqueros destruyeron a mi país. 

Ver después como los militares en su afán de "ordenar la casa" usaron una fuerza desmedida, buscaron mal, muchas veces ejecutaron y apresaron sueños, mientras las realidades ya estaban a buen resguardo fuera del país. Me entristecía ver al pueblo preso, y los que ilusionaron a ese pueblo paseando por Europa, eso me asqueaba tanto como la represión.

No fue justo. 
Posteriormente, ya como jefe de hogar, más de alguna vez mi auto fue fiscalizado en un semáforo cualquiera, en una noche cualquiera, mientras mi pequeña hija chupando su dedo y casi dormida tenía su carita a 20 cms de una metralleta.  

Al final creo que solamente opté mejor por dedicarme a respirar (mientras no fuera un delito)  y a estudiar y trabajar, para que por medio de mi profesión y mi entrega, comenzar a devolverle la sonrisa a los niños, de la cual habían sido injustamente despojados desde inicio de los 70 y tal vez desde antes.

Hoy mis hijos y sus amigos, tienen la edad que yo tuve por aquellos años... espero que vivan lo que yo no viví... pero también espero que no confundan la (muchas veces mal llamada) libertad, con libertinaje.

Han pasado 40 años, pero no tengo claro si han pasado...