El comandante de la policía comunitaria de Xaltianguis, Miguel Ángel Jiménez Blanco, dijo a los medios que en los últimos cuatro días más de cien mujeres decidieron sumarse a la Unión de Pueblos Organizados del Estado de Guerrero (UPOEG).
Nueve grupos de policía comunitaria, cada uno integrado por 12 mujeres, trabajarán durante el día en las colonias de la localidad de Xaltianguis, a unos 50 kilómetros de la ciudad turística de Acapulco, en la costa del Pacífico mexicana.
Las mujeres aprenderán el manejo de armas y utilizarán las mismas que los hombres, cuya participación en las operaciones de vigilancia se realiza "sobre todo de noche", precisó Jiménez Blanco.
Por ahora, los grupos de autodefensa sólo cuentan con unas 80 armas, guardadas en la Comandancia, y se rotan entre el personal.
Jiménez Blanco recalcó que espera que "el pueblo, al saber que las mujeres están participando", preste sus armas a la policía comunitaria.
El dirigente recordó que, cuando se plantearon la formación de grupos de autodefensa, fueron las mujeres las que prácticamente obligaron a los hombres a ingresar al decirles: "le entras tú o le entro yo".
"Las mujeres somos valientes y somos capaces de defender a nuestro pueblo", afirmó Silvia Hipólito, madre de dos hijos que decidió sumarse al grupo.
Señaló que ella y sus compañeras aprenderán a manejar las armas y se organizarán en varios grupos con "horarios accesibles" con el fin de que puedan continuar con sus responsabilidades en casa.
La UPOEG, integrada por personas armadas y encapuchadas, surgió en enero pasado en la región de la Costa Chica de Guerrero para controlar el acceso a las comunidades y desarrollar funciones policiales ante la proliferación del crimen organizado, las extorsiones y la impunidad.
En los últimos meses, estos grupos de ciudadanos armados también se han extendido al occidental estado de Michoacán, agobiado por la violencia de las organizaciones criminales.
20/08/2013
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