El PP acusa el ‘golpe Bárcenas’: rectifica en hipotecas y tasas por temor a la calle

El caso Bárcenas ha debilitado la moral de los populares hasta niveles inimaginables, no solo porque se trata del mayor caso de corrupción que afecta a este partido en toda la Democracia, sino porque les afecta cuando están en el Gobierno, porque la prensa internacional ha llevado durante días este escándalo en sus portadas con Rajoy en el titular y porque destruye todo su discurso político: el PP ya no puede dar lecciones de honestidad a nadie, tal y como han hecho durante décadas, el PP no puede erigirse como referente moral, no puede dar lecciones de transparencia, ni siquiera de buena gestión económica porque el gestor de sus dineros durante casi 20 años tenía 22 millones de euros en Suiza. Un evasor fiscal dirigiendo las cuentas del PP durante años mientras ese partido daba lecciones de honradez. Y lo peor de todo, el escándalo estalla en medio de una brutal crisis económica cuando el PP y su Gobierno han impuesto duros recortes a los ciudadanos y hay seis millones de personas que buscan empleo y no lo encuentran. El PP se siente humillado y acobardado.

La presión de la calle
Según las encuestas la inmensa mayoría de los españoles cree que el PP pagaba sobresueldos en dinero negro para escapar el control de Hacienda. Los ciudadanos están hartos de la corrupción, pero el caso que afecta al partido que gobierna indigna más porque esos mismos políticos piden sacrificios y honradez a los ciudadanos. Cada vez que un dirigente político, y especialmente del PP, sale a la calle es increpado cuando no insultado por los ciudadanos con los que se cruza. Y esto ha hecho mella en los populares.

No es casual que el pasado martes, en un mismo día, el PP rectificara por sorpresa y anunciara que permitiría debatir en el Congreso la Iniciativa Legislativa Popular  (ILP) sobre las hipotecas y también que revisaría a la baja -e incluso suprimiría- algunas tasas judiciales. Respecto a lo primero resultaba bochornoso que en la misma tarde el PP aceptara debatir la ILP sobre los toros que sólo estaba avalada por medio millón de firmas y se negara a debatir la de las hipotecas avaladas por millón y medio. Y ese mismo día se había suicidado una pareja de jubilados en Baleares. ¿Cómo salir a la calle y explicar a los ciudadanos que te increpan con los sobres de Bárcenas que no tienes sensibilidad con los desahuciados? ¿Cómo explicar que te preocupan más los toros que los desahuciados?.

La explicación del ministro de Justicia, Alberto Ruíz Gallardón, sobre los motivos por los que va a revisar el tasazo judicial tan solo dos meses después de aprobarlo, no se sostiene. Dijo Gallardón que le habían convencido los argumentos de la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril. Falso, esos argumentos ya los conocía. Gallardón rectifica por temor a la calle, porque ha puesto tasas a los desahuciados que quieren reclamar judicialmente y ha puesto tasas también a las víctimas de violencia de género. Y porque él ha acabado con la justicia gratuita y quiere que se desconvoque la huelga de jueces prevista para este mes.

Más rectificaciones
El lunes la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, anunció que el PP despedía a Jesús Sepúlveda, exmarido de Ana Mato, exalcalde de Pozuelo e imputado en el escándalo Gürtel. El PP le había hecho dimitir de sus cargos políticos, pero le pagaba un sueldo por trabajar desde casa. Lo echaron después de que la prensa lo descubriera y después de que el número cuatro del PP, Carlos Floriano, dijera que era un “funcionario” del partido y que no le pedía despedir. El papelón de Floriano es de antología. Cospedal explicó el despido de Sepúlveda con la frase “rectificar es de sabios”.

Y este miércoles, en la sesión de control al Gobierno, Rajoy anunció que la Ley de Transparencia incluirá a los partidos políticos. Para los ciudadanos era inexplicable que dicha Ley no incluyera a los partidos con la que está cayendo.

Sí se puede
La brutal caída del PP en las encuestas no preocupa tanto el PP como la animadversión de los ciudadanos a sus dirigentes. En Génova y en Moncloa piensan que quedan tres años para las elecciones y pueden remontar, pero salir a la calle atemorizados, avergonzados y acobardados impacta en su fortaleza política. Las rectificaciones del PP y del Gobierno de esta semana plantean otra grieta preocupante para el Gobierno: los ciudadanos han comprobado que su presión sirve, funciona, y esto puede llevar a más protestas a más presión de la calle y a más debilidad. Hay quien piensa en las filas populares que las rectificaciones de esta semana son una muestra de debilidad clara: si cedes una vez, has cedido para siempre.

Rajoy intenta levantar la moral
Tal es la devastación anímica que sacude a los populares que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en un gesto inédito, se reunió ayer con sus diputados a puerta cerrada. La reunión tenía un único objetivo: intentar transmitir fortaleza, confianza y levantar en lo posible el ánimo de sus diputados. Las imágenes de ciudadanos increpando en una calle madrileña a María Dolores de Cospedal y preguntándole donde están los sobres de dinero, fueron muy duras.

Pero hay un fondo insondable que debilita al PP, la sospecha de muchos de sus dirigentes y militantes de que el caso Bárcenas aún les dará muchos disgustos. Y la sospecha de que el ex tesorero, defendido a capa y espada por Rajoy, está chantajeando al partido. ¿Cómo se explica si no que le pagaran 400.000 euros de indemnización en cómodas mensualidades hasta el pasado mes de diciembre, incluidas las cotizaciones a la Seguridad Social?.

Fuente: ElPlural.com - ANA RODRÍGUEZ | 14/02/2013