"Cacerolazo" en Argentina. El Pueblo Salió a la Calle en Protesta Pacífica Contra el Gobierno Nacional 

Inseguridad en las calles, imparable ola de robos y crímenes, patoterismo, cepo al dólar, creciente inflación, trabas a las importaciones, vacío legal para los que no son adictos al poder de turno, bajos sueldos, aumento de los cordones de pobreza, falta de libertad, duras presiones a la prensa independiente, impunidad en graves casos de corrupción detectados en  altos  niveles y uso permanente de la cadena nacional para cualquier anuncio, inauguración, propaganda política, crítica a opositores y descalificar a los que piensan diferente, cortando transmisiones de radio y televisión durante excesivo tiempo, cuando su uso está reglamentado por la ley N° 26.255 de octubre de 2009 de Servicios de Comunicación Audiovisual y sólo debe hacerse en situaciones de emergencia para la

Patria o poner  en conocimiento inmediato al pueblo un asunto de Estado, estableciendo el artículo 75 “el Poder Ejecutivo nacional y los poderes ejecutivos provinciales podrán, en situaciones graves, excepcionales o de trascendencia institucional, disponer la integración de la cadena de radiodifusión nacional o provincial, según el caso, que será obligatoria para todos los licenciatarios”,  originó  una convocatoria desde las redes sociales con estas palabras: “despertate, esto no es normal”, “digamos basta”, "no a la soberbia" y “no te tenemos miedo” (la titular del Poder Ejecutivo había expresado días atrás en un acto que “hay que tenerle miedo a Dios y un poco a ella…”, lo que enojó a políticos opositores y a muchos ciudadanos), entonces ayer a las 19 horas comenzaron a sonar bocinas de automóviles, familias enteras salieron a los balcones y puertas de edificios en señal que no aceptan vivir sometidos por miedo, mientras millares de indignados se agruparon en calles y avenidas golpeando latas y cacerolas con ruido que de ninguna manera fue molesto y cantos “se va a acabar, se va a acabar…”, “si este no es el pueblo, el pueblo dónde está”, protesta generalizada pero pacífica, sin provocaciones ni banderas políticas (el poder de turno no esperaba ver a una mayoría de pie y unidos en las calles, entonces por TV hubo respuesta oficial burlona y desafiante a los justos reclamos).

Millones de argentinos reaccionaron en casi todas las ciudades del país marchando en impresionantes columnas hacia plazas principales, monumentos históricos, edificios públicos y zonas céntricas para mostrar desacuerdo con el gobierno nacional por diversos actos abusivos.

En la Capital Federal se reunieron millares de personas en numerosos barrios de clases trabajadoras, medias y altas, otras decenas de miles fueron en dirección a la Plaza de Mayo donde está la Casa de Gobierno y una gran masa de manifestantes (incluyendo ancianos y señoras con hijos) se ubicaron frente a la Quinta Presidencial en Olivos, provincia de Buenos Aires, repudiando la reiteración de medidas oficiales arbitrarias.

Movilizaciones en orden, sin fanatismos ni la acostumbrada provocación de otros bandos, lo que se extendió durante varias horas, con una desconcentración ejemplar en un marco de fina educación.

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Carlos Estrada  *periodista de investigación (ajeno a preferencias políticas).

Buenos Aires, Argentina, 14 de septiembre de 2012.