1.- Masticar despacio e muy importante. Cuando aprendas a hacerlo, ingerirás menos cantidad de alimentos, pues te sentirás satisfecho a los 20 minutos después de haber empezado a comer.
2.- Prefiera 6 comidas pequeñas al día: desayuno, snack a media mañana (fruta o barra de cereales), a media tarde y en la noche, además de comida y cena. Lo importante es sentarse a la mesa a las mismas horas y de establecer una disciplina. Tu cuerpo se acostumbrará a este sistema y no sentirás apetito a deshoras.
3.- Cuando comas no hagas nada más. No trabajes, no veas televisión, no te pongas a leer. Así estarás más concentrada en lo que comes y disfrutarás mejor los sabores de los alimentos.
4.- Sírvete un plato más pequeño (el de ensalada es perfecto) que lucirá más lleno y apetitoso. Así aprenderás a controlar las porciones y tu apetito será menor.
5.- Debes diferencias entre el hambre o apetito físico y el hambre emocional. Si es algo emocional, trata de controlar el estrés o la ansiedad con ejercicios de respiración, yoga o meditación. Verás cómo pierdes gran parte de tus ganas de comer.
6.- Toma un vaso de agua media hora antes de sentarte a la mesa.
7.- Mastica chicle o chupa caramelos de menta. Así perderás gran parte de tu apetito.
8.- Una fruta pequeña, como una pera o una manzana puede ser milagrosa para calmar tu hambre si sientes un apetito incontrolable. ¡Empieza hoy y verás cómo te funciona, suerte!
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