Un día de ensueño

El decorado celeste ha sido el inmenso comedor del Círculo de Bellas Artes de la capital de España, en plena calle de Alcalá donde Celia Gámez cantaba su canción inmortal “Los Nardos”, en la revista “Las leandras”. Veíamos al fondo la iglesia de San José, donde mis padres se casaron, y la vajilla y la cristalería y los saludos afectuosos de todas aquellas personas que nos tenían preparada la mesa del director.

Primero llegó, Arantxa, la “Number One”, como ella se ha bautizado, toda inteligencia, voluntad y calor, tan expresiva, con su melena rubia, sabe que es mi preferida y se sentó a mi lado, pues en realidad el que llegó primero fui yo, el autor, a pesar de sus dolencias. Empezaba rápidamente a ponerme al día mientras nos servían la primeras bebidas, cuando apareció Bárbara, digo Jennifer, con sus efervescentes 28 años – creo -, venía de película con esa malicia chispeante en sus ojos, su melena morena, su manos y el chorro o mejor decir el surtidor, el volcán de esa alegría desbordante que tiene el personaje en mi obra, esto es, una chica muy joven, escultural… una monada.

Por supuesto que Arantxa es más dulce y cercana que Evelinne, aquella mujer que estuviera casada con el presidente de los Estados Unidos de América, que vivió con Bill Gates, e íntima amiga del Rey de Monrovia y del de los belgas.

Empezaron a llegar las camareras, los platos, las copas tan brillantes, las tónicas dichosas, los vinos blancos de Rueda, límpidos, transparentes, dorados, muy fríos, helados. Las dos hablaban y en esa vorágine tan sensual, tan sensorial yo no me daba bien cuenta aún de lo insólito del hecho. Intentábamos resolver problemas, desatrancar cañerías obstruidas y Evelinne y Bárbara, digo Arantxa y Jennifer, me preguntaban perplejas y algo desesperadas como era que no había aparecido antes, antes de lo ocurrido con un actor muy querido y admirado, muy famoso. ¿Que qué había notado?. ¿Que qué había sentido?.

Intenté explicarles que efectivamente estaba durmiendo cuando sentí quizá entre sueños que el corazón de esa pequeña joya escrita este verano en los pinares de El Espinar, dejaba de latir. Me senté a oscuras en la cama, asustado, sobresaltado, mi mujer dormía como siempre y yo me tocaba el pecho, por eso salí del dormitorio en la penumbra, tropezando, trastabillando y creo que llamé por teléfono en plena noche a una de ellas.

Finalmente en la realidad las miré y les dije - qué vergüenza –, “mirad soy como el presidente del Real Madrid o del Barca que aparece cuando su equipo pierde pie, se desmadra… y comienza a perder los partidos”.

Creo que ellas no entienden mucho de fútbol, yo tampoco y por eso como un director de orquesta movía el dedo índice para que corrieran aún más las camareras y el mâitre

La verdad, no sé cuál de las dos es más hermosa, más femenina, más inteligente, creo que las dos son espectaculares, fuera de serie, un regalo que me guardaba el destino en ese arcón cerrado con siete llaves que es nuestra propia vida

Pues ellas están más allá del bautismo y de “La Infancia Mágica”, más allá de mi madurez y “Largo Retorno”, más allá de la decadencia y “La calles de los Amores”, más allá aún de esta pre-vejez y “El cuerpo Humano”. Sé o intuyo que Dios las ha puesto ahí sentadas como para decirme: “Eres un egoísta de tomo y lomo, como todos los hombres que he creado, y eres un poco fanfarrón y creído, pero como dijo un día tu maestra Pepi en una poesía hace cincuenta años, tienes lo más hermoso, corazón / ya que sientes la belleza de una noche en Granada.

Y solo por eso, por tu buen corazón te he acercado una pequeña prueba de la inmortalidad, de que la muerte a la que tanto temes no existe, y aquí tienes a Evelinne y a Bárbara contigo, ¿qué más quieres?.¡Están vivas y a tu lado!”

Pagué la cuenta. Nos pusimos en pie y las presenté entonces un poco torpemente al director prometiéndole invitaciones para el estreno y después me cogí del brazo de Evelinne, digo de Arantxa, para no caerme, aunque ellos pensaran, ¡menudo pájaro!.

Ya en la calle atravesamos Alcalá, la Gran Vía, y antes de que me dejaran en un taxi les hablé de mi último libro y que quizá algún día escribiría uno sobre ellas. Jennifer casi pegó un salto de alegría y de júbilo. Y Arantxa entornando los párpados me miró en ese gesto tan suyo, el de una secretaria que sabe todo sobre su jefe y que más que secretaria es su “alter ego”, su compañera en este viaje tan largo y turbulento. Jennifer – que tiene el mejor papel de la obra y quizá de mi vida - nos dijo que el sábado hacía la prueba del ballet con música de Gershwin, tras el diván donde John es psicoanalizado. Y mi corazón, el corazón del autor, de la persona se alegró.

Me acompañaron hasta la puerta del taxi, y cuando entraba me volví para decirles adiós. Arantxa me enviaba un beso soplando la palma de su mano derecha extendida, mientras Jennifer, un poco más atrás, reía abiertamente. Éramos tres amigos anónimos, esos que se ven todos los días cruzando o despidiéndose en la calle, en una de esas calles tan especiales y significativas que tiene este Madrid de ensueño.

(*) Germán Ubillos Orsolich

Nació en Madrid y es Premio Nacional de Teatro. Premio Guipúzcoa de Teatro, Premio Provincia de Valladolid de Teatro, Premio Julio Camba de Periodismo, Premio “Correo Español – Pueblo Vasco” de Periodismo, Premio Ciudad de Zamora de Periodismo, Finalista Premio Nadal de Novela, Guionista de Televisión Española Espacios Dramáticos. Es autor de varias novelas entre ellas: “Largo Retorno” (Con filme de Pedro Lazaga y música de Antón García Abril) “Proyecto Amenazante”, “Cambio Climático”. “Cambio Climático – Los Supervivientes”, “Cambio Climático – El Retorno” (Trilogía),(Ed. Entrelíneas Editores), El viajero de sí mismo”, “Malín”, “La Peste Negra – Vida más allá de las estrellas”, “La calle de los Amores” (biografía), “El hielo de la Luna”, “Los desiertos de Marte”, “La calle de los amores “(Memorias).- Ed. Belgeuse, “ Más allá del Purgatorio (Novela), Ed Belgeuse , “La Infancia Mágica “ (Biografía).- Ed. Belgeuse Es autor teatral y algunas de sus obras son: “La Tienda” (Ed. Escélicer)- Premio Nacional de Teatro, “El llanto de Ulises” (Ed. Escélicer)- Premio Guipúzcoa, “El Cometa Azul”, “Gente de Quirófano” (Ed. La Avispa) Premio Provincia de Valladolid, “Los globos de Abril” (Ed. Escélicer)