Perú niega que haya acordado revisar el asilo a ex ministros de Bolivia
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:21h
Lima.- El canciller de Perú, José Antonio García Belaúnde, negó que haya acordado con su homólogo de Bolivia, David Choquehuanca, revisar el asilo dado por su Gobierno a tres ex ministros bolivianos, como condición para restablecer las relaciones bilaterales.
En declaraciones a la agencia estatal Andina, el ministro de Relaciones Exteriores dijo que su compromiso "ha sido revisar la documentación que me ha hecho llegar, nada más. No hay ningún compromiso más que revisar eso".
Ambos cancilleres sostuvieron una reunión privada, en el marco de la cumbre del Mercosur esta semana en Asunción, para restablecer las relaciones agrietadas por declaraciones hostiles de ambos lados sobre diversos temas en común.
Después de esa cita, Choquehuanca declaró en su país que las relaciones bilaterales mejorarían si Perú revoca el asilo otorgado a los ex ministros Javier Torres Goitia, Mirtha Quevedo y Jorge Torres, procesados en Bolivia por las muertes ocurridas durante una protesta contra el entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada en 2003.
García Belaúnde agregó que "a la luz de ese análisis, ya se verá qué decisión se toma, pero no tengo ningún otro compromiso que estudiar detenidamente la información".
El canciller peruano dijo ser consciente de que es un tema muy importante para el país vecino y, por lo tanto, aseguró que van a darle "una consideración apropiada a la sensibilidad que el tema tiene".
Respecto al condicionamiento señalado por el ministro boliviano, García Belaúnde subrayó que "eso no fue lo que acordamos con el canciller David Choquehuanca".
En junio pasado, el Gobierno peruano llamó a consultas a su embajador en La Paz, Fernando Rojas, en protesta por las declaraciones del presidente boliviano, Evo Morales, en una cumbre indígena respecto a que los disturbios registrados en la Amazonía peruana son "el genocidio del TLC, la privatización, la entrega de las selvas amazónicas de Suramérica a las trasnacionales".
Un mes antes, Morales había enviado una carta a la cumbre indígena en Puno (Perú), en la que llamó a los pueblos de América a la revolución: "Nuestra lucha no termina. De la resistencia pasamos a la rebelión y de la rebelión a la revolución".
Varios ministros peruanos condenaron estas declaraciones, que consideraron una interferencia boliviana en Perú.