Suárez, quien afrontaba cargos en Estados Unidos por el homicidio de tres indigenistas estadounidenses y trasiego de drogas, fue abatido en un amplio operativo del ejército en la madrugada del martes en una zona selvática del oriente de Colombia, a 26 kilómetros del municipio de La Julia, departamento del Meta, explicó Santos.
Unos 30 aviones y 27 helicópteros participaron en la operación que incluyó el bombardeo de una zona conocida como La Escalera, donde murió Suárez, agregó el mandatario.
La muerte del líder guerrillero, segundo al mando de las FARC, es el tercer gran revés de la organización alzada en armas desde que en 2008 fue abatido el comandante Raúl Reyes y el ejército rescató a 15 secuestrados, entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y tres contratistas estadounidenses.
"Es un día de júbilo para los colombianos'', dijo el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, al explicar los detalles de la Operación Sodoma.
Rivera le pidió la rendición al máximo jefe de las FARC, Alfonso Cano.
"Le garantizamos su vida, un trato digno y justo, esa actitud criminal no tiene sentido, desmovilícense'', agreg Rivera.
Suárez, de 57 años, y quien también se hacía llamar Jorge Briceño, ingresó a las FARC cuando tenía 12, según el se lo explicó en una entrevista al semanario Voz. Hijo de una guerrillera que aparentemente era la cocinera de uno de los líderes históricos de las FARC, Suárez se impuso como el comandante más radical de la organización en el aspecto militar. Fue el principal promotor del secuestro de civiles, militares y policías, según los servicios de inteligencia del ejército.
Su nombre de guerra Mono Jojoy, proviene de la combinación del color de su pelo (en Colombia se le llaman monos a los rubios) y su gusto por un gusano de las selvas llamado Jojoy.
A finales de los años noventa, cuando las FARC dominaban la mitad del territorio del país suramericano y decretaban por escrito impuestos de guerra, decenas de colombianos que pagaron rescates o escaparon del secuestro, se vieron forzados a salir de su país y buscar refugio en el sur de la Florida.
En numerosas entrevistas y una larga lista de libros sobre su drama, algunas de las víctimas de las FARC sostuvieron que la orden de encadenar del cuello y las manos a los secuestrados y hacinarlos en refugios estrechos cercados con alambre de púas, fue de Suárez.
Desde hace 10 años las autoridades identificaron a Jojoy como el comandante que estuvo a cargo de consolidar la lucrativa alianza de la organización guerrillera con los carteles de la droga de Colombia y México para el intercambio de drogas por armas, inicialmente, y luego para participar directamente en el rentable negocio.
Durante los esfuerzos de paz del gobierno del presidente Andrés Pastrana (1998-2002), Suárez fue el más ferviente opositor de la entrega del armamento de las FARC, una organización designada como terrorista por el Departamento de Estado que llegó a tener 15.000 hombres.
"Nuestras armas serán las garantes del acuerdo, nunca las entregaremos'', dijo Suárez. "Nosotros no podemos hacer lo que otras organizaciones han hecho: entregar las armas para ser asesinados'', agregó.