En solo un mes más de 70 enfrentamientos políticos violentos fueron registrados.
Las encuestas apuntan a que en las generales no habrá una mayoría clara, aunque sitúan a la coalición de derechas en cabeza, seguida por el Movimiento Cinco Estrellas y la alianza de centroizquierda de Mateo Renzi pero, ¿quién más lucha por quedarse con su parte del Parlamento italiano en las elecciones del domingo?
-Pietro Grasso-
Terminó su campaña en Palermo, la isla siciliana de donde es originario y donde hace años fu fiscal antimafia. Grasso está al frente de la coalición izquierdas Libres e Iguales (LeU). En el cierre de su campaña, Grasso habló de los pilares de su campaña: la migración y el mundo laboral.
Aseguró que en el nuevo Parlamento su "primera batalla" será aprobar la ley que reconoce la nacionalidad a los hijos de extranjeros nacidos en Italia, una de las tareas pendientes del curso pasado.
También fijó como prioridades derogar la reforma educativa y la laboral de Renzi, sobre todo por la eliminación del artículo 18 del Estatuto de Trabajadores que protege de despidos improcedentes, y apostó por una revisión del sistema productivo nacional para hacerlo más amigable con el medio ambiente.
Grasso reiteró que no pactará la formación de un gobierno con la derecha de Silvio Berlusconi ni con el PD de Renzi.
Los sondeos, publicados por última vez el 16 de febrero, le daban a Grasso el 6% de los votos, lo que le permitiría tener representación parlamentaria.
-Antonio Tajani-
De 64 años y actual presidente del Parlamento Europeo, estuvo entre los fundadores en 1994 del partido de centro-derecha Fuerza Italia, el mismo de Silvio Berlusconi. Es un hombre que suele evitar el enfrentamiento y busca complacer a todos.
En caso de que su partido alcance los votos suficientes para liderar el gobierno, Berlusconi, que es su mentor político, le encomendó desde ya convertirse en primer mandatario. La relación entre los dos es de vieja data: por cerca de 25 años, Trajaniu ha sido consejero de las comunicaciones de Berlusconi.
Fue periodista en la televisión pública (RAI) y del diario Il Giornale (de propiedad de la familia Berlusconi).
Llegó al parlamento europeo en el 90, cuando fue comisario europeo de Transportes e Industria. Hoy es uno de los italianos que mejor conocen los mecanismos internos de las instituciones europeas.
Fue salpicado por el escándalo "Dieselgate", ya que formó parte de la comisión que elaboró la legislación para la medición de las emisiones contaminantes, acusada de introducir métodos pocos estrictos. También se opone a la adopción de niños por parte de parejas homosexuales.
Antonio Tajani, quien trabajó mucho para cambiar la imagen de Berlusconi dentro de las instituciones europeas, aceptó la propuesta del magnate de ser su candidato a primer ministro faltando sólo tres días a las elecciones generales.
"Con Tajani tendremos una nueva legitimidad en Europa, podremos volver a contar para defender mejor los intereses de los italianos", aseguró Berlusconi.
-Matteo Renzi -
El líder del gobernante Partido Democrático (PD), Matteo Renzi, que según los sondeos estaría al 22-23%, recorrió toda Italia para ilustrar los logros de su gobierno y pedir que la coalición de centroizquierda que lidera su partido no sea castigada con el voto del domingo, como muchos vaticinan.
"Estamos orgullosos y no nos avergonzamos de haber gobernado el país y de haberlo hecho con todas las dificultades del Gobierno en la vida cotidiana", señaló desde un teatro en su Florencia (centro) natal, ya que el mal tiempo impidió un acto en la calle.
En su opinión, la pasada legislatura, con tres primeros ministros de su partido -Enrico Letta, Renzi y Paolo Gentiloni- "quedará en la crónica de estos años como un periodo del que estar orgullosos".
En este sentido citó algunas de las reformas introducidas, como la ley de dependencia, la gestión del flujo migratorio, con el salvamento de cientos de miles de personas" en el Mediterráneo, o la introducción de las uniones civiles homosexuales y parejas de hecho.
El ex primer ministro Renzi concurre con una coalición que engloba la lista "+Europa" de la excomisaria europea Emma Bonino y otras pequeñas formaciones como "Civica Popolare" e "Insieme"
-Luigi di Maio –
El líder del Movimiento Cinco Estrellas (M5S) cerró su campaña anunciando "la era del gobierno". Las encuestas lo respaldan: todas apuntan a que el movimiento antisistema que lidera logrará la mayor votación en las elecciones del domingo.
"He visto sondeos, y aunque no puedo hablar de ellos, estamos a un paso de la victoria", proclamó el candidato ante cientos de seguidores y militantes, congregados en dicha plaza romana.
El político, vicepresidente de la Cámara de Diputados la pasada legislatura, mostró ante sus militantes el primer decreto que su Consejo de Ministros aprobará si el domingo gana las elecciones y que fue recibido entre coros de "honestidad".
Su hipotética primera medida consistirá en demediar los sueldos de los parlamentarios de la República, acabar con las pensiones vitalicias de los políticos y recortar 30.000 millones de euros en privilegios para invertirlos en familias, jubilados y desempleados.
El M5S, fundado en 2009 contra los partidos tradicionales, en las últimas generales fue la formación más votada sin coalición, aunque no logró gobernar, y el domingo dará su segundo asalto al poder, después de conquistar ayuntamientos como Roma o Turín (noroeste).
-La ultra derecha-
Silvio Berlusconi está inhabilitado para ejercer cargos públicos por un cargo de corrupción, pero eso no le ha evitado aupar a su pupulo, Trajani, ni a los miembros de la Liga Norte y los Hermanos de Italia, los dos partidos de extrema derecha que formarían una coalición con la que el partido del magnate de las telecomunicaciones podría llegar al poder.
Después de su única reunión pública conjunta, celebrada el jueves en un cine de Roma, los líderes de coalición, formada por Silvio Berlusconi, el xenófobo Matteo Salvini (de la Liga Norte) y la postfascista Giorgia Meloni (Hermanos de Italia), decidieron cerrar sus campañas por separado.
Mientras el magnate empleará todo su talento comunicativo en un popular programa de televisión del canal público, el ultranacionalista Salvini se dirigirá a su bastión electoral en Milán, al que ha prometido en todas las ocasiones la expulsión de los inmigrantes ilegales, caballo de batalla de su campaña en la que no ha ahorrado términos para decir que "negro es sinónimo de criminalidad".
Meloni por su parte escogió la emblemática Latina, al sur de Roma, la localidad fundada por el dictador Benito Mussolini, para reiterar con un lenguaje más suave su molestia con la inmigración y reiterar el lema "primero, los italianos".
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