El juez Castro pretende aclarar dudas sobre la función de la infanta en Nóos y las responsabilidades que haya podido contraer en relación a las actividades de su marido. El magistrado se pregunta por qué, si el cargo de vocal no era necesario en la Fundación, se la incorporó a la Junta directiva. También destaca que tanto en su caso como en el de Carlos García Revenga se mencionaba explícitamente sus vínculos con la Casa Real. Como ya advirtió a Urdangarin durante su última declaración, no era creíble que la presencia de Cristina fuera sólo por “transparencia”. “No es fácilmente entendible”, concluye en el auto.
Además, agrega, la Infanta prestaba su consentimiento a que se utilizara “su nombre, tratamiento y cargo” e incluso al hecho de que ella fuera socia copartícipe, junto a Urdangarin, de la entidad mercantil Aizóon.
El juez pretende aclarar de una vez por todas el papel de la infanta: “Surgen una serie de indicios que hacen dudar” de que desconociera que su esposo la utilizaba como vocal en el ámbito de influencia de Nóos. “Conviene despejar en cualquiera de los sentidos, antes de finalizar la instrucción de esta pieza, la incógnita”, señala el juez.
Fuente: elplural.com | 03/04/2013