¿Por qué la gente se divorcia tanto en Túnez, un país donde el matrimonio es "sagrado"?

Según el informe, durante el pasado año 15.892 matrimonios se rompieron en un país con apenas 11 millones de habitantes, una media de 1.248 al mes, la mayoría de ellas de manera "unilateral", es decir, por decisión única de uno de los esposos.

En efecto, tal y como explicó Nydene Andújar, para los musulmanes, "el nikah (el matrimonio) es la mitad del din (la religión)'. A pesar de esta premisa, el talâq (etimológicamente, ‘dejar libre’) supone un problema grave en las sociedades musulmanas actuales. Según los fuqahâ se trata de un derecho unilateral, no hace falta ninguna justificación por parte del marido ni el acuerdo de su mujer ni tampoco la intervención de la autoridad judicial", anotó la autora en una conferencia reproducida en el diario WebIslam.

Pero parece que las restricciones son para las mujeres. Los hombres de ese país, en cambio, encuentran en La ley islámica o "Sharia", la comodidad que las mujeres no tienen para decidirse a disolver la unión. La sharia no les exige a los hombres que den razones para romper el matrimonio ni requiere el consentimiento de ella, mientras que es mucho más restrictiva con la esposa.

Normalmente, en caso de que sea esta la que tome la iniciativa de romper el vínculo, suele perder los derechos de dote o compensación económica.

La citada compensación económica suele ser calculada por un juez y es solicitada por el miembro de la pareja que no ha solicitado el divorcio.

En Túnez, este tipo de compensación suele rondar de media los mil dinares (unos 350 euros) lo que, junto al hecho de que no se requiera una separación de la convivencia previa hace, según los expertos, que la cifra de divorcios sea tan alta.

La estadística se conoce apenas dos semanas después de que un estudio similar Oficina Nacional de Familia y Población cifrara en más de 16.000 los abortos anuales en Túnez, la mayoría consecuencia de violaciones.

Según el estudio, el 80 por ciento corresponde a mujeres casadas y el resto a mujeres solteras, y una cuarta parte de ellos se practican de forma ilegal, es decir sin la intervención de un médico.