Separación de  siamesas: "Fue como un renacer para ellas"

Cirugía se extendió por 20 horas

"Para ellas comienza una nueva vida. La separación que fue un cuarto para las diez de la noche, fue realmente como nacer de nuevo. Los papás están esperanzados, contentos, imagínese lo que es  ver a sus hijas separadas. No sólo para ellos, sino que también para el personal del hospital", dijo.

El profesional agregó que si bien las menores salieron en buenas condiciones de la intervención quirúrgica -que se extendió por 20 horas-, aún están expuestas a una serie de complicaciones futuras como, por ejemplo, "metabólicas y a las infecciones que se suelen presentar después de la operación".

Por ello, María José y María Paz serán sometidas a "intervenciones regladas para prevenir complicaciones", las que serán cada 48 a 72 horas, en las que se revisarán las mallas, se cambiará las prótesis que sea necesario extraer y se revisará la vitalidad de la piel de sus áreas torácica y abdominal.

Lo más difícil: separación de hígados y pelvis

Pese a lo anterior, el jefe de urgencia aseguró que "por la magnitud de la operación y el éxito logrado en la separación, estamos muy contentos, porque creemos que han hecho la mejor evolución que podríamos haber esperado para ellas".

A juicio de Ossandón, los momentos más difíciles de la cirugía fueron la separación de los hígados y las pelvis de las pequeñas.

"Los momentos más complejos fueron la separación del hígado, porque había un exceso de circulación cruzada entre ambos hígados, lo cual generaba sangramientos importantes, pero logramos salir airosos y bien. Y yo diría que la parte más compleja finalmente fue la separación ósea de las pelvis, porque había partes comunes y hubo que decidir dónde cortar el huesito para separarlas bien", sostuvo.

Los doctores trabajaron hasta las 03:00 horas con María José -presenta una serie de cardiopatías- y una hora más con María Paz -quedó con una colostomía.