Tejeda dijo ante las cámaras de varios medios que la policía lo golpeó y torturó para que él se declarara culpable o diera señas del asesinato. Con lágrimas en los ojos explicó que el no podía dar detalles de algo que no había hecho. Indignado decía que sus hijos van al colegio y deben enfrentar las miradas acusadoras de los padres de sus compañeros siendo una situación triste y difícil pues le mancillaron el apellido. El hombre se mostraba triste y descreído de la justicia. El juez lo desvinculó de la causa ya que no habían indicios reales en su declaración ni pruebas ni testimonios que lo ligaran al hecho.
La hija de Tejeda, alias "Canaro" aseguróa los medios que su padre llegó a defecarse encima por la tremenda golpiza recibida y que la policía le secuestró un teléfono celular. Ambos aseguraron que habían efectuado una denuncia penal en contra de la Brigada de Investigaciones de la policía salteña.
Pero el día lunes detuvieron a otro hombre del lugar con antecedentes y que aparentemente vendió el arma que se usó en ambos crímenes. Esto seria la punta del hilo conductor a través del cual se llegaría a los verdaderos asesinos de las jóvenes.
Nelson Vilte, hermano de Daniel, detenido por la venta del arma, denunció que la policía, urgida por esclarecer el hecho, intentó doblegar por medio de golpes a sospechosos que creían idóneos a tal efecto. Sin embargo dos testigos dijeron que Daniel Vilte estaba apurado por vender un arma calibre veintidós, igual calibre al usado en el crimen.
Vilte dijo que le pusieron una bolsa en la cabeza y lo llevaron a un descampado donde le dieron fuerte golpes, y viendo que no lograban ninguna declaración, lo dejaron ir, aseguró también que la misma suerte corrió "Canaro" que es vecino de su abuela, y con esto ambos han quedado muy asustados. Al cierre de ayer, Viste seguía detenido.
El gobierno provincial aseguró que ninguno de los dos detenidos habían efectuado denuncias formales ante el Poder Judicial como si, lo habían hecho ante la prensa, desestimando la veracidad de los hechos. El juez que entiende en la causa dijo no tener noticias de las respectivas denuncias, dando por finalizado el tema.
Descartan que el arma usada haya sido una pistola, ya que no había vainas servidas en el lugar, pero no saben si es un revolver o un arma larga la usada. Si, que es calibre veintidós.
Los testigos que aseguran haber visto a Vilte, de veinticuatro años, queriendo vender un revólver, pero tampoco fue hallado. Lo que si reconoció el sospechoso es que una persona interesada en un arma de esas lo contactó y él consiguió alguien que se la proveyera. Pero la operación de ese hombre (un salteño que vive en Córdoba) no llegó a concretarse y desapareció sin dejar rastros. La situación del sospechoso está ligada a lo que declaren hoy los testigos. Igualmente el juez encargó que se le tomen muestras de material genético para cotejarlas.
Algunos sostienen que el crimen se pudo haber cometido el día dieciséis, pero las condiciones climáticas, de intenso frío, pudieron haber contribuido a la conservación de los cuerpos. Aunque los forenses declaran que la muerte acaeció dos días antes del hallazgo de los cuerpos, entonces queda la incógnita de saber que pasó con jóvenes esos catorce o quince días que quedan en medio entre el día que las vio la encargada de la hostería por ultima vez y el día del hallazgo.
El lunes llegaron al lugar los familiares de las víctimas acompañados por el embajador y fueron directamente a la casa de gobierno a hablar con Urtubey, gobernador de la provincia, el que se comprometió a esclarecer con la mayor celeridad posible este lamentable hecho.
Iniciaron los trámites para el reconocimiento de los cadáveres. Se trató de acicalar los cuerpos y que no quedaran rastros de la crueldad de los hechos, para hacer menos traumático este reconocimiento, ya que los padres más que querer repatriarlos, querían ver a sus hijas.
Lo que si pidieron fue absoluta reserva y privacidad. Tanto se respetó este lógico pedido que el mismo Cónsul francés, Patrick Flot, llegó un día antes y se encargó en persona de que se cumpliera, despistando a la maraña de periodistas con sus cámaras en un imprevisto operativo que no permitió que se acercaran ni fotografiaran a los ocho familiares y la gran comitiva de autoridades galas que los acompañaron.
Ni siquiera se dieron a conocer detalles de la reunión con el gobernador Urtubey.
Cerca de las diecinueve horas se trasladaron a la Ciudad Judicial, donde fueron recibidos por el juez Martín Pérez, para ultimar detalles sobre el traslado de los cuerpos, también ante un hermético despliegue. Luego fueron a la morgue, sin presencia de periodistas, adonde pudieron ver, lógicamente en total intimidad, l os cuerpos de su hijas y sobrinas.
Podría ser posible que les entregasen los cuerpos entre los días miércoles y jueves.
En el día de ayer, martes, había más dudas que certezas.
El arma no fue hallada aun por los investigadores, y eso impide que con el segundo detenido indagado en el día de ayer, se tengan pruebas que acrediten la vinculación.
Igualmente hay mucha desconfianza local e internacional en el manejo de la policía del lugar y se teme que se coloque un sospechoso cualquiera para evitar problemas internacionales y sobre todo entre ambas cancillerías.
Hasta ahora no se pudo esclarecer que paso con las victimas desde el dieciséis hasta el veintinueve de Julio. Si estuvieron cautivas, tampoco se sabe donde. Si los forenses no se equivocan en datar la muerte entre cuarenta y ocho y setenta y dos horas antes del hallazgo, las han tenido secuestradas diez días. Bouvier no llevaba ropa interior y esas prendas tampoco fueron halladas, esto significaría que fue violada en otro lugar.
No se pudo establecer si los cuatro turistas cordobeses que ingresaron cinco minutos después que las jóvenes al circuito, están relacionados o no con el hecho, ni siquiera establecer si compraron tickets de entrada. Y en caso de dar con ellos no se sabe si tomarlos como sospechosos o simples testigos.
Tampoco se sabe que ocurrió en el circuito en los días que las jóvenes faltaron al hostel.
Se hizo un rastrillaje en el monte, pero no en las viviendas linderas o cercanas, lo cual no da buen crédito de la investigación.
También se esta tratando de ver quienes fueron las personas relacionadas con las estudiantes días previos a la desaparición. Se debe establecer también, porque los encargados del hostel, no dieron aviso a la policía ante esa falta de las huéspedes, teniendo en cuenta que habían dejado las mochilas, con los cargadores de sus celulares dentro.
Esto hizo perder un valioso tiempo de búsqueda e investigación que tal vez hubiese resultado favorable para la aparición con vida de las turistas.