El presidente peruano, Alan García, anunció el viernes la instalación el 29 de junio de un Cristo de 22 metros sobre una base de 15 metros, construido en Brasil y financiado por empresas de ese país que, dijo, quisieron hacerle un regalo a la capital limeña.
De hecho el mandatario señaló haber puesto “100.000 soles (unos 37.000 dólares) de mis propios ahorros” para el proyecto, que, según medios locales tiene un costo que sobrepasa los 850.000 dólares.
El Cristo con los brazos abiertos sería instalado en el Morro Solar, un cerro que cierra la bahía de Lima por el sur con un significado histórico pues allí se desarrolló una importante batalla en la guerra del Pacífico en el siglo XIX.
“Mi sueño fue siempre hacer en el Morro un Cristo similar al de Corcovado, al que he denominado Cristo del Pacífico y el 29 de junio vamos a inaugurar esta obra que es el Cristo del Pacífico”, afirmó García durante una visita a las obras, que ya se iniciaron.
El proyecto se manejó en secreto y recién se dio a conocer el viernes a menos de tres semanas de su instalación, lo que causó malestar en la alcaldesa de Lima, Susana Villarán.
“Me acabo de enterar de que es igualito a un Cristo de Corcovado, pero no al Señor de los Milagros (objeto de culto en la capital). No sé por qué tenemos que intervenir en el espacio de nuestro litoral y en nuestra bahía de Lima con una estatua de estas dimensiones”, dijo Villarán el lunes a la prensa local.
“La bahía tiene un paisaje que se malogra con una estatua de 37 metros que se pone de la noche a la mañana sin consultar a nadie”, agregó.
La funcionaria señaló que se comunicó por el tema con el ministro de Cultura, Juan Ossio. “Me dijo que la estatua había sido un regalo de Brasil a Perú, al presidente en concreto. Pero Lima tiene una alcaldesa y las cosas se consultan”.
“Si es una estatua que está entregando Brasil se puede colocar en la (ruta selvática) interoceánica que une a los dos países. Sería un símbolo muy bonito. Las redes sociales están que revientan por la estatua, la mayor parte de los comentarios no son favorables”, añadió.
En defensa de la decisión de García, el ministro Ossio dijo que la obra era “una sorpresa para el país, un regalo del presidente”, que deja su cargo el 28 de julio.
El historiador y arqueólogo Guillermo Lumbreras se mostró en desacuerdo con poner la estatua en un lugar que tiene un valor histórico para el país.
“En el Morro Solar ha habido desde hace años una serie de proyectos como un parque histórico, un santuario, que se negaron por la oposición de la población y ahora vamos a tener una réplica del Cristo de Corcovado, que no sé que tiene que hacer allí”, dijo a la AFP.
“Una de las razones para oponerse es que se consideraba que habiendo sido allí una batalla en la guerra del Chile debía quedarse así. No es solamente lo arqueológico, es la memoria histórica”, añadió.
“El Cristo de Río de Janeiro en Lima me parece muy curioso. Hubiera podido ser la Torre Eiffel o la Estatua de la Libertad o un Hércules, pudo ser cualquiera de esos”, añadió.
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