La orden judicial también solicita datos de Brigitta Jonsdottir, integrante del Parlamento de Islandia; así como del supuesto pirata informático holandés Rop Gonggrijp y del programador estadounidense Jacob Appelbaum, ya que ambos trabajaron para WikiLeaks.
También se requiere información sobre los movimientos realizados en Twitter por el soldado y analista de inteligencia de EE.UU, Bradley Manning.
Actualmente Manning es juzgado por una Corte Militar y podría enfrentar una pena de hasta 52 años de prisión por el supuesto envío a WikiLeaks de los cabales diplomáticos, de documentos sobre diversos incidentes en Afganistán e Irak y un video militar clasificado.
En el caso de Assange, las autoridades estadounidenses analizan la posibilidad de presentar cargos por la filtración de unos 250 mil cables diplomáticos clasificados.
Plazos y restricciones
Según la orden librada por la Corte de Virginia el 14 de diciembre, la Fiscalía aportó evidencias que intentan demostrar que la información en poder de Twitter es "relevante" y es un material importante para la "investigación criminal en curso".
Diversos informes señalan que el Departamento de Justicia podría intentar acusarlo por conspiración para robar documentos junto con el soldado Manning.
Según la orden librada por la Corte de Virginia el 14 de diciembre, la Fiscalía aportó evidencias que intentan demostrar que la información en poder de Twitter es "relevante" y es un material importante para la "investigación criminal en curso".
A la red social, con base en San Francisco, se le concedió un plazo de tres días para responder y se le prohibió dar a conocer la existencia del requerimiento y de la investigación.
Sin embargo, el mismo tribunal revocó esas restricciones el pasado miércoles y autorizó a Twitter a comunicar lo sucedido a sus usuarios.
Desde esa red social evitaron hacer comentarios sobre el caso y se limitaron a expresar que "para ayudar a proteger los derechos de los usuarios", la política que adoptaron es la de comunicarles las "obligaciones legales y los requerimientos gubernamentales de información, a menos que la ley impida hacerlo".
Assange habla de acoso
La Justicia de EE.UU. pidió todos los mensajes publicados en Twitter por una parlamentaria de Islandia.
A través de un comunicado Assange cuestionó la orden judicial y dijo que el pedido asciende a un nivel de acoso.
"Si el gobierno de Irán hubiera intentado obtener información de periodistas y activistas de otras naciones de manera coercitiva, grupos de derechos humanos de todo el mundo habrían alzado la voz", expresó.
La existencia de esta orden pudo ser publicada "gracias a una acción legal promovida por Twitter", agregó.
A su turno, el abogado defensor de Assange, Mark Stephens, afirmó que el gobierno estadounidense está intentando intimidar a la gente.
"Es una gran decepción que el Departamento de Justicia haya dejado de actuar en el ámbito legal y haya empezado a hacerlo en el plano político", le dijo a la BBC.
Parlamentaria investigada
Brigitta Jonsdottir, quien hasta hace poco era una ferviente partidaria de WikiLeaks, dijo este viernes que el Departamento de Justicia le pidió a Twitter sus datos personales y todos los mensajes que publicó desde noviembre de 2009.
Agregó que tiene 10 días para apelar esa medida y anticipó que tratará el asunto con el Ministerio de Justicia de su país.
El fundador, Julian Assange, se encuentra en el Reino Unido y enfrenta un pedido de extradición de Suecia, donde se lo pretende interrogar en el marco de una investigación por supuesto abuso sexual.
"Creo que me están enviando un mensaje, es casi como si una persona respirara en el teléfono", agregó.
Jonsdottir fue la principal patrocinadora de una ley que transformó a Islandia en un paraíso para el periodismo de investigación y la libertad de expresión.
Según dijo, ella ayudó a producir el video publicado por WikiLeaks que muestra a un helicóptero estadounidense disparando a civiles en Irak en 2007.
Gracias a la difusión en abril pasado de esa cinta clasificada, el sitio de internet se hizo mundialmente conocido.
El fundador, Julian Assange, se encuentra en el Reino Unido y enfrenta un pedido de extradición de Suecia, donde se lo pretende interrogar en el marco de una investigación por supuesto abuso sexual.
Al parecer, Jonsdottir dejó WikiLeaks a fines del año pasado después de que sostuviera que Assange debía adoptar un papel de más bajo perfil hasta que fueran resueltos sus problemas legales.