Recuerdo de niño unas en particular, que han sido repartidas y repetidas quizás en todos los sueños mas variopintos de las infancias más indistintas, de los recuerdos más parecidos.
> Bajarse de un autobús, de un tren, el taxi de siempre ,agotado de ése viaje alargado y cansino, del pueblo de la novia, de la fiesta del novio, de los abuelos enfermos, de los amigos que te invitaron a una despedida de soltero. En cuestión, ese viaje devorador de varices y piernas hinchadas, bajarse con la vista repartida, el suspiro de la llegada al anden y un bocadillo a medias, nos deja la estampa más típica y desordenada, perros, y más perros.
> Los perros estacionales de estaciones de trenes, autobuses, los perros sin dueños y los con dueños, ahí detengo mi memoria.
> Siempre recuerdo los chuchos sin órdenes, sin estrés, acunados en esquinas de aceras, en las papeleras sin papeles, inundadas de bocadillos rotos y bolsas de patatas semiabiertas. Los olvidados, canes parias de un destino sin amos. Aunque fueran los pateados, los del sucio pelaje y olor a alforja de caballo mojada.
Luego los otros, los ordenados, de correa brillante y corte de pelo refinado. Los bien alimentados, los exculpados, los consentidos, elegantes. comprados y adoptados, pero al fin y al cabo perros.
La diferencia es simple y abrumadora. En el concepto literal hay perros y perros, dueños y dueños.
Recuerdo un cartel de una finca en el país de las musarañas y Peter Panes. Ése país que me envió al destierro sin esperanzas reconciliadas. Una Cuba de animales hambrientos.
Un cartel sencillo y a su vez amenazante.
" Cuidado con el dueño ", firma el perro.
Y sí, hay dueños que ladran al salir la luna, aullan a sus vicios, destruyen el silencio y la paz de vivir en sociedades apacibles. Hay dueños, que con permiso de los perros, defecan la hartazon de sus ingestas, embrutecen ante una civilizada sociedad y molestan a los tranquilos humanos que deciden regresar a una ciudad de infancia al descanso eterno.
Hay dueños más perros que los propios perros. Con permiso de los perros
*Arami Garit Hernández. Actor, cantautor, escritor, profesor de artes escénicas. Oriundo de una Cuba que pierde a sus hijos.