Además, desde IMSERSO se señala que la contratación contempla la posibilidad de prórroga por un año adicional, para asegurar su viabilidad para los próximos dos años. La nueva temporada del programa público de Termalismo Social comenzará el 1 de febrero de 2025 y se extenderá hasta el 31 de diciembre del mismo año. Para participar en el programa se requiere ser pensionista por jubilación o incapacidad permanente de la Seguridad Social, o bien, por viudedad con 55 o más años. También para quien sea pensionista por otros conceptos o perciba prestaciones o subsidios de desempleo, con 60 o más años de edad y, así mismo, para las personas aseguradas o beneficiarias de la Seguridad Social, con 65 o más años. Este programa de termalismo fue creado en 1989 y tiene como finalidad mejorar la calidad de vida de las personas beneficiarias mediante tratamientos termales, ayudándoles a acudir a Balnearios a precios accesibles. Según indica el IMSERSO, estos tratamientos son preventivos y rehabilitadores, y tienen también el objetivo de combatir la soledad, especialmente entre las personas mayores, a través de las interacciones que se establecen durante la estancia en Balnearios.
El programa público de termalismo contribuye al envejecimiento activo y a la promoción de una vida activa al tiempo que, tal y como recogen informes realizados por el IMSERSO, el programa ha ayudado a reducir la necesidad de tratamientos médicos más invasivos y contribuye a la mejora general del bienestar físico y mental. Por otra parte, este programa favorece la solidaridad
intergeneracional y, al mismo tiempo, la solidaridad interterritorial a través de los viajes entre distintas Comunidades Autónomas. A esto se suma, resalta también el IMSERSO, que es un programa que genera empleo y actividad económica. De hecho, para el año 2025 está previsto un impacto económico superior a los 114 millones de euros.