Todo ello organizado por Concha Pelayo (miembro de UIPT y residente en Zamora) y Manuel Paz (secretario de UIPT). Nuestro agradecimiento a ambos.
La actividad comenzó el día 29 con nuestra llegada al Hotel Horus, situado en la Plaza del Mercado en pleno centro de la ciudad.
Una vez instalados y aseados, desde el hotel nos dirigimos al Ayuntamiento donde teníamos una visita gestionada por la UIPT, donde nos recibió D. Christoph Karl Albert Kaspar Streider (concejal de Turismo, Comercio y OMD, disculpando la ausencia del alcalde por un problema de salud.
El concejal, nos hizo una breve presentación de la ciudad de Zamora, su cultura, su historia y sus planes de futuro desde el punto de vista turístico, a continuación, la UIPT le hizo entrega de sendas placas en la que se recogía el agradecimiento al Ayuntamiento de Zamora por parte de la Organización.
A continuación, fuimos al Restaurante La Rúa, donde tuvo lugar nuestra primera comida de hermandad. Finalizada la comida en la que estuvo presente el famoso arroz a la zamorana, nos dispusimos a realizar nuestra primera visita turística acompañados de una excelente guía.
Con un calor impropio de la época nos dirigimos a visitar la Catedral de Zamora, dedicada al Salvador, se inscribe dentro del denominado románico del Duero, distinguiéndose por ser la más pequeña y la más antigua de las once catedrales de la Comunidad de Castilla y León. Templo románico, con planta de tres naves, construida a lo largo del siglo XII, su obra finalizó en 1774 durante el reinado de Alfonso VII. Su gran referente es su cimborrio con escamas de piedra de influencia bizantina, con 16 ventanas con sus respectivas vidrieras.
Ya en su interior tuvimos la oportunidad de admira algunos de sus espacios más representativo: El claustro, la capilla de San Miguel, el fresco de San Cristobal, la capilla de San Nicolás, el Trascoro, la capilla Mayor y el Coro.
A continuación, disfrutamos del estupendo paisaje que proporcionan los exteriores de la Catedral. Y posteriormente pasamos a admirar el restaurado y recuperado Castillo de Zamora, rodeado de un foso que se mantiene casi íntegro, el patio de armas y la torre del homenaje, y como no, la famosa puerta de la traición donde parece que salió Bellido Dolfos y asesinó al rey Sancho.
Todavía soportando el calor de la tarde veraniega que nos acogía, nos dirigimos a visitar la Iglesia de Santa María Magdalena, templo románico de elegante planta en su inicio y de influencia gótica en su finalización. De una única nave que alberga un sepulcro románico de un enorme interés.
Y finalizamos nuestra primera visita por la ciudad en el Parador de Turismo de Zamora antiguo palacio de los Condes de Alba y Aliste, construido en 1459 y remodelado como Parador de Turismo en 1966.
De regreso, por la misma calle llegamos a la Plaza Mayor donde pudimos admirar la bella arquitectura zamorana, de edificios modernistas y la calle de Balborraz que sale de la plaza Mayor y conduce al Duero. Esta calle tiene premio Europa Nostra por su perfecta rehabilitación.
Tras darnos una relajante ducha en el hotel, nos dispusimos a cenar en el restaurante Bernardo, situado en la misma Plaza Mayor. Tras la agradable cena volvimos a los aledaños de la catedral y del castillo para disfrutar de las vistas nocturnas de la ciudad.
El sábado día 30, después del desayuno salimos para visitar los Arribes del Duero, y de camino pudimos visitar el templo de San Pedro de la Nave que se encuentra en la localidad zamorana de El Campillo. Una iglesia que data del siglo VII, de estilo visigótico y que fue trasladada piedra a piedra en el año 1930 para evitar que desapareciera bajo las aguas del embalse del río Esla.
Y por fin llegamos a Los Arribes del Duero, que forma parte del parque natural en la frontera de España con Portugal, donde el río Duero se encajona formando profundos y extensos cañones de una belleza impresionante y que comprende unos 180 km de cañones fluviales. Donde se encuentra la Estación Biológica Internacional
La visita la realizamos en barco, fue una visita guiada en crucero de una hora, en la que disfrutamos de una belleza paisajista inigualable.
Posteriormente visitamos la ciudad portuguesa de Miranda do Douro y el almuerzo tuvo lugar en un restaurante típico donde pudimos degustar un exquisito bacalao a la crema y una, más que recomendable, ternera a la brasa.
En nuestro regreso a Zamora tuvimos la suerte de disfrutar de los últimos compases de una fiesta de máscaras y disfraces que se celebraba en la ciudad.
La cena se celebró en el Restaurante La Fontana, destacaremos su plato estrella el lenguado relleno. Y tras la suculenta cena nos dimos una vuelta por la ciudad para disfrutar de la magnífica noche con que nos acogía Zamora.
El último día después de desayunar, tocaba visitar museos: el Museo Etnográfico de Castilla y León y el Museo de Zamora.
Museo Etnográfico de Castilla y León: que constituye el exponente del patrimonio etnográfico de la región y es centro de investigación antropológica, documentación, conservación y divulgación de los testimonios de la cultura tradicional de la Comunidad Autónoma.
Museo de Zamora: Situado en un enclave magnífico, consta de dos secciones: Arqueología, que realiza un recorrido por la historia de la provincia, desde el Paleolítico a la Edad Moderna; y Bellas Artes, que reúne piezas de pintura y escultura realizadas entre los siglos XIV y XX. También alberga materiales significativos de la evolución histórica de la capital zamorana. A destacar los Tesoros celtibéricos del castro de Arrabalde.
A la salida del museo inmortalizamos la visita con una foto del grupo en un enclave único.
El último almuerzo lo realizamos en el Restaurante París, donde degustamos unas exquisitas viandas de la tierra. Después del café, organizamos una breve tertulia en la que destacamos los aspectos más importantes del viaje: el disfrute del románico y modernismo de la ciudad de Zamora, su gastronomía, su naturaleza, sus gentes y. cómo no, las relaciones sociales y el buen ambiente vivido.
Si (
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