Y es que más que posiblemente, ANF vive sus días finales como presidente del PP. Es indudable que su imagen decae de manera progresiva e irreversible. Uno de sus peores errores fue no plantar cara y dar por buena esa estúpida estrategia del “Que Te Vote Txapote” tan entusiastamente fomentada por IDA. Si ANF hubiera sido un poco más sagaz quizás habría examinado con más cautela ese slogan (por venir precisamente de quien venía) pero no lo hizo y ahora, tiene el resultado ante su vista.
Los peperos, carentes de toda imaginación ya han comenzado otra vez a esgrimir el otro “mantra” que se ha hecho habitual en todos los discursos del PP y ANF: lo del “gobierno Frankenstein” aludiendo a que el “engendro” dicen, del pasado gobierno y del que (posiblemente) vendrá, es un mix de muchos pedazos tal como fue creado el célebre monstruo de la novela de Mary Shelley. Sin embargo, hay un detalle que no se tomado en cuenta: en el caso del gobierno de Sánchez, el “toque” Frankenstein de su gobierno tiene que ver más con la pluralidad política, que con otra cosa.
Si la idea del símil de un (monstruo) Frankenstein, hecho a retazos (en el caso de la famosa novela) comenzara a ser apreciada por la opinión pública (en el caso del gobierno) como expresión de la pluralidad política resultante de las elecciones, este mantra puede volverse en contra del PP que haría bien entonces, en examinar si vale la pena seguir insistiendo en esa tontería. No vaya a ser que se convierta en otro boomerang como ocurrió con lo de “Que te Vote Txapote”.
Si (
No(
