“Larra y El castellano viejo”

Quizás, Larra no fue justo con la Castilla y los castellanos de su tiempo, quizás, no fue perspicaz y agudo en sus juicios, quizás, demasiado sanchismo y demasiada dureza, quizás, demasiado poca sensibilidad de sus coetáneos, quizás no seamos conscientes de que la vida y el clima de aquel tiempo, era duro y durísimo, además de los vaivenes sociopolíticos… Quizás, los de Castilla no eran más insensibles que los hombres de otras regiones de España o de Europa o de América o de Asia o de África…

A veces, me pregunto, los expertos nos pueden demostrar e indicar la justeza de su saber, a veces, me cuestiono, y me digo a mi mismo, que quizás Larra era un ser y un niño de altas capacidades, dicen que sabía ya leer antes de irse de migrante a Francia. Me pregunto, si en Francia un niño español fuese silenciado o marginado por otros niños franceses. Me cuestiono si su herida tan profunda en su sensibilidad y en su afectividad tenía ese origen…

Alaba, quizás con justicia, que la Francia en sus leyes era más avanzada que la España tradicional, que la Castilla tradicional, pero quizás, no tuvo suficiente equidad… Ahora, si viniese Larra a nuestro tiempo, nos diría o criticaría, que las dos Castillas, al menos la de la Mancha, está, parece ser entre las veinte regiones por detrás en un ranking de las doscientas y pico regiones de Europa.

Quizás, ahora, no se daría cuenta, que las mujeres, no van mal vestidas, ni llevan casi harapos en esos pueblos y aldeas perdidos en una especie de desierto, ese semidesierto de Extremadura y Castilla La Nueva, ahora denominada la Mancha… pero quizás, nos diría que las mujeres de esta tierra, están condenadas a ver, como sus hijos tienen que migrar a otras regiones, que este es el oficio, de casi todos ellos, en estos más de cien años, desde que llegaron por estas tierras los primeros ruidos de las primeras fases de la revolución industrial…

Quizás Larra nos diría, que Madrid, que es también Castilla, y es también Mancha, aunque la organización actual sociopolítica lo haya desgajado, que Madrid se ha hecho una urbe inmensa, pero que el resto del territorio alrededor lo ha ido vaciando y desvaciando. Cierto que no todos los migrantes de Castilla han ido a Madrid, han ido a Bilbao, Barcelona, a otras ciudades, y a Europa y a América…

¡Quizás, hoy Larra se daría cuenta que Castilla hizo (a) España, que Castilla ha soportado demasiados embates de la historia y en la Historia, y, que quizás Castilla ha sido olvidada por España, y que otras regiones ahora más desarrolladas, que no pudieron ser y hacerse sin Castilla y sin España, ahora la quieren olvidar, como la madre vieja y añosa que ya los hijos no la quieren…!

¡Porque qué podrían haber soportado todos los sitios de costa, todas las regiones de la costa mediterránea ibérica, a las invasiones de todos los colores, durante siglos, si no hubiese sido por la fuerza del todo, que era España, sin la fuerza de hombres y recursos de Castilla…! ¡Castilla hizo España, y España deshizo Castilla, esta es la realidad y esta es la verdad…!

¡Qué hubiese sido de Europa, qué Europa tendríamos hoy, no desde luego la Europa que conocemos, si no hubiese sido por los recursos de España, aunque no solo de España, sin los hombres de España, aunque no solo de España…! ¡España se vació defendiendo Europa, Castilla se vació defendiendo España, Castilla y España se vació haciendo América, pero todos han olvidado a Castilla…!

¡Quizás, esto nos diría hoy el progresista liberal Larra, porque el progresista liberal Larra, quizás hoy, sería progresista socialdemócrata Larra, y nos diría, que un Estado con más habitantes es mejor que con menos, que un Estado con más recursos en todo es mejor que dividirlo en cuatro…!

Nos gusta leer los artículos de Larra que critica tal cosa y tal otra. Pero si hoy Larra viniese a nuestro mundo y nuestras costumbres y empezase a analizar las formas de pensar y de hablar y de actuar, de unos y de otros, y, nos criticase, creo que a muchas no les parecería bien. Estuviese acertado o desacertado, qué pensaríamos, si nos criticase nuestras formas de ser y estar y actuar y pensar y sentir y desear y hablar y… Quizás, nuestro exceso de sensualismo, nuestro exceso de pereza, nuestro exceso de soberbia, nuestro exceso o falta de…

Mariano José Larra (1809-1837) redactó este artículo El castellano viejo, en El Pobrecito Hablador, nº 7, 11 de diciembre de 1832. ¡Quizás ahora, les diría a los manchegos, a los castellanos, dos cosas: primero, que deben quitarse, un cierto complejo de inferioridad que puede que tengan, quizás hayan pasado de las formas rudas que criticaba y analizaba Larra a un cierto grado de complejos de inferioridad, larvado y metido en la sangre…!

¡Y, quizás, también les diría, que ellos no son menos que nadie, que no son más que nadie, pero que tampoco son menos que nadie, y, que ellos, tienen que cambiar de mentalidad, que ahora no se conquista el mundo con lanzas y espadas y escudos, que ahora, se reconquista el mundo con mercancías y economía y dinero!, ¡y, que ellos pueden y deben crear industrias y negocios de todo tipo, las que puedan en su territorio, porque ellos tienen derecho también a vivir bajo el sol, que ellos tienen derecho a estar al menos, en el medio de todas las estadísticas y no al final, de todos los valores y vectores de todas las regiones de Europa…!

Algunas tardes al acercarse al anochecer, sentado en el sillón de la lectura y del pensamiento, si ese día me topo con Larra, me digo a mi mismo, vaya si hubiese sido curado de su melancolía y tristeza y depresión tan fuerte. Vaya, si en vez de vivir veintisiete años, hubiese vivido y existido en este mundo seis décadas… ¡Cuántos artículos nos podría haber escrito, cuántas ideas nos podría haber indicado, cuántas sugerencias, cuántas preguntas, cuánta riqueza podría haber creado o inventado en forma de palabras…!

¡Imaginen si Larra hubiese vivido y existido en esta tierra hasta 1870, hubiese tenido sesenta años, si hubiese vivido hasta 1880, habría tenido setenta años… ya casi rozando la generación del 98! ¡Con esto abro una bandera y una lanza, por la epidemia y el mal de la automuerte, que es un mal moral y un mal psicológico y un mal personal y un mal familiar…!

¡Usted, que puede que esté tentado a la misma solución que Larra, puede ser que usted no sea un gran escritor, ni un gran pensador, ni un gran artista, ni un gran científico, pero usted, sea lo que sea, es un ser que la humanidad necesita, que su familia lo necesita –tenga o no tenga familia-, que el mundo lo necesita, usted es un ser necesario, no tome la postura de Larra, por favor, consulte a personas especializadas, médicos, psicólogos, curas, psiquiatras…!

¡Usted no olvide, que todos llevamos una o dos o tres cruces, que a cada uno, la suya y las suyas le pesan mucho, todos estamos doblados con nuestras cruces, aunque sonriamos, aunque desde fuera, parezca que somos los grandes triunfadores de la vida…! ¡Paz y bien…!

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