Nació en Valladolid en 1971, pasó por la Facultad de Bellas Artes, y, después, de atravesar los mares y lagos de varios medios de comunicación, ahora está en El ABC, con su tira-viñeta-humor gráfico diario.
Quizás, la sociedad le ha otorgado al humor, la capacidad de hablar de todo, sea de lo grande y de lo pequeño, de lo individual y de lo colectivo, de lo personal y de lo estatal, de lo material y de lo espiritual. Quizás, el humor, sea ese, uno de sus fines. Enfrentarnos a cualquier cosa. Quizás, otros modos de ser y de estar en el mundo, de saber y saberes: lo cotidiano y lo rutinario y lo social y lo político y lo mínimo y lo grandioso, no lo tocan, aunque deberían hacerlo. Pero el misterio del humor o uno de ellos, es quizás este.
Al enfrentarse a todo ello, son capaces, al menos algunos dibujos llegarnos a la interioridad más profunda y la exterioridad más accidental de nosotros mismos, como individuos y colectivos y sociedades y formando parte de Estados y culturas e ideologías y civilizaciones. En menos de un minuto una viñeta te ha lanzado una espada-flecha-lanza-bisturí-escalpelo que te puede conmover desde dentro y adentro y en-dentro o in-dentro…
A J.M. Nieto que todavía le quedan décadas de producción cultural, bajo el estilo de la viñeta, puede rozarnos-tocarnos todavía con cientos de temas y de cuestiones, unos antiguos, unos nuevos, unos personales o familiares o políticos o económicos. Somos una unidad substancial, nos diría el viejo maestro Aristóteles. Esta es la esencia filosófica y antropológica de Occidente, pero esta unidad está conformada por distintos conjuntos de realidades: sociales, religiosas, económicas, políticas, culturales, metafísicas, personales, familiares, afectivas conscientes e inconscientes. Somos un mar enorme dentro de nosotros mismos. El misterio de la viñeta es que nos lanza un rayo de luz, y se produce un fulgor dentro de nosotros, una conmoción, un pequeño rayo-tormenta-volcán en nuestra alma-mente-conciencia-carne-cuerpo-nervios…
J.M. Nieto que sigue el consejo de Mingote, podríamos sintetizar y parafrasearlo, con la idea y concepto “cada día en la mesa de dibujo”. El trabajo, aquello de noventa y nueve de transpiración y un uno por ciento de respiración, o aquello, de Picasso que te pille la inspiración en el estudio o trabajando, diríamos con los colores, las paletas y los papeles-lienzo. Esta es la cuestión. Lo que sucede, es que si “no tienes encargos”, ponerte todos los días con el lápiz es difícil. Porque la vida exige, hay que seguir pagando luces y alimentos y movimientos del cuerpo, la energía basal que se gasta solo por ser-estar-existir…
Como ya he indicado, estoy construyendo-realizando-edificando un pequeño edificio sobre el humorismo gráfico español –algo del extranjero, en estos últimos años-, y, lo voy plasmando en columnas periodísticas. Pero también, me estoy enfrentando a esas grandes figuras de estos dos últimos siglos, intentando decirme a mi mismo, el humor gráfico que construyo yo, tiene algún valor. Es cierto, que empecé a publicar en un periódico provincial, hacia la década de 1980, pero después se me cerraron todas las puertas y ventanas y chimeneas. Durante años y lustros y décadas, no tuve ninguna oportunidad. Quizás, caí en el desaliento, pero nunca olvidé, esa mezcla de humor-cómic, como una forma de crear arte plástico, filosofía, literatura… pero hace unos años, con el periodismo digital, se me abrió un pequeño portón. Y, desde entonces, relleno algún espacio electrónico en alguna publicación digital…
Pero también, también, ya estoy en la tercera edad. Y, me digo, pienso que una actividad requiere muchos años, y, mucha producción. Me digo a mi mismo, que ya no tendré tiempo, ni para uno, ni para lo otro. De los veinte o treinta mil, de casi todos los viñetistas, de este país, que llevan décadas en esto, a los ochenta mil de Forges, que él mismo declaró. Pues, yo, no sé si dentro de unos años, podría llegar a unos dos mil o tres mil como máximo. Las diferencias de cifras son enormes. Por tanto, de temáticas, de contenidos, de estilos, de posibilidades de desarrollo. Y, desde luego, debo admitir, que quizás, el sueño de que un periódico me publique todos los días, es demasiado sueño despierto para mí y para mi situación. Al final, el humor gráfico para/en mi pluma es otra forma de expresar cuestiones filosóficas, cotidianas y no cotidianas…
El misterio del artículo es que permite, como un árbol escoger unas ramas y/u otras. Volvemos, que no nos hemos ido, a J.M. Nieto. Nieto es un gran cronista de nuestra época, primero, diríamos de la realidad de Castilla y León, ahora de la realidad nacional y de la internacional. Los humoristas, como dicen de los antiguos espartanos, son parcos en palabras en sus viñetas. Al final, una viñeta, o no tiene palabras, o tiene diez o veinte. Con diez o veinte, pueden mostrarnos un gran mundo. Nieto es uno de los grandes humoristas de esta sociedad y este país, aquí mi homenaje, aquí mi recuerdo, aquí mi positiva valoración.
Terminamos con una frase, que se ha repetido desde hace siglos, sea verdad o no, pero aplicable también al humor gráfico. Aquello de cuándo en las Termópilas, las tropas persas/medas conminaron a las espartanas: “lanzaremos tantas flechas que taparemos el sol”. Y, entonces, un capitán espartano contestó: “Entonces lucharemos a la sombra…”.
Eso es el humor gráfico, luchar a la sombra, tanto sea en democracia o no-democracia, tocar temas, que de otro modo no se rozarían. De ahí, las tragedias que ocurren, de vez en cuando, contra un humorista gráfico, que en algún lugar del mundo, se le cierra entre rejas, o cosas peores. Aquí reivindico este oficio-profesión-vocación-arte de la viñeta. De la modesta viñeta que tan grande es. Paz y bien.
http://youtube.com/jmmcaminero © jmm caminero (21 febrero-08 marzo 2023 cr).
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