Julia Parra, Vicepresidenta primera y diputada de Cultura, presento a los medios esta exposición como “Inédita y excepcional”, le acompañaban durante la presentación el director del Consorcio de Museos, José Luis Pérez Pont, el director del MUBAG, Jorge Soler, y la directora cultural del Instituto Juan Gil-Albert y comisaria de la exposición, Pilar Tebar.
Durante la presentación, la Comisaria de la exposición, comentó que la colección se basa de 37 lienzos, donde se descubre una nueva visión del artista. Nacido en Alicante en 1770, siendo uno de los percusores de la pintura Neoclásica española más relevantes de la época.
La propuesta se articula en torno a las diferentes etapas de su vida. Formación en España, Alicante, Valencia y Madrid. También visitó países como Francia e Italia, volviendo definitivamente a España falleciendo 1838 en Madrid.
Comenzó su formación artística en el taller de los Espinosa de Alicante, posteriormente estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia y en la de San Fernando de Madrid. En 1796 obtuvo el primer premio en clase de pintura por el cuadro titulado “Godoy” presentando la paz a Carlos IV, que le valió una pensión de 12.000 reales de vellón para continuar sus estudios en Paris, ciudad en la que vivió durante 1798 y 1807.
Durante ese tiempo, conoció al maestro Jacques Louis David, siendo Aparicio su primer alumno español. En 1806 y por recomendación de su maestro, expuso en el Museo Napoleón el cuadro titulado “La fiebre amarilla de Valencia” con gran éxito, lienzo por el que fue premiado con medalla de oro. Al año siguiente del premio, se marchó a Roma, donde tuvo que permanecer hasta 1814 a causa de la invasión napoleónica.
En la ciudad eterna, pinto el cuadro “El rescate de cautivos en tiempos de Carlos III”, que le valió el ingreso como académico en la Academia de San Lucas. A su regreso a España, fue nombrado pintor de cámara de Fernando VII y académico de mérito y más tarde director de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Se convirtió en un artista muy célebre en su momento a causa de los temas patrióticos relacionados con la Guerra de la Independencia, así surgió el cuadro “El año del hambre de Madrid”, 1818, este se encuentra en Museo Municipal de Madrid, gracias a un depósito del Museo del Prado de Madrid. Este lienzo representa de forma teatral y con una escenografía excepcional los sufrimientos de la población madrileña durante la Guerra de Independencia.
La pintura de José Aparicio es académica, de dibujo correcto, con un carácter propagandístico de la pintura de Fernando VII, claro ejemplo “Puerto de Santa María” de 1827, del Museo Romántico de Madrid.
Según la comisária de la exposición, Aparicio fue un artista olvidado y denostado durante muchas décadas por su vinculación al monarca absolutista y a uno de los periodos históricos más convulsos de la historia de España, de los que dejó constancia en sus enormes cuadros laudatorios. Su producción, de calidad desigual, está muchas veces dedicada a la exaltación, la magnificación y la propaganda real.
Finalmente fue reconocido como pintor de cámara y la Exposición está formada por una importante selección de cuadros, dibujos, grabados y documentos que subrayan el contexto histórico en el que se crearon.
El director del Museo de Bellas Artes, Gravina ha subrayado que esta muestra “es una efeméride”, ya que no se le había dedicado ninguna monográfica hasta el momento a este pintor relevante del neoclasicismo español, que se inició artísticamente en la Escuela de Dibujo del Consulado del Mar de Alicante”.
La muestra, que se podrá ver hasta el 2 de octubre en el MUBAG de Alicante
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