El propio José Luis Martínez Almeida lo sabe, pero intenta aparecer tranquilo en todas sus comparecencias, que estos días ha redoblado para reforzar su imagen, muy deteriorada tras el estallido del escándalo sobre el supuesto espionaje a Isabel Díaz Ayuso desde la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS). Un caso por el que se vio obligado a cesar a su mano derecha, Ángel Carromero, como coordinador general de la alcaldía, lo que implícitamente era reconocer que ese encargo existió aunque de puertas afuera el alcalde lo sigue negando. Posteriormente dejó también su puesto como jefe de prensa del área de Vivienda el periodista David Fernández, al que los grupos de la oposición relacionan también con el espionaje.
Poco después, Almeida anunció que abandonaba la portavocía nacional del PP, un cargo que le ha costado compaginar con el de regidor de Madrid, en el que siempre se ha encontrado mucho más a gusto que en el de portavoz. El alcalde evitó ese día apoyar a Casado, al que los barones habían enseñado ya la puerta de salida como presidente del partido, respaldando a Ayuso y señalando a Alberto Núñez Feijóo como sucesor.
La decisión de los grupos de la oposición de forzar la creación de una comisión de investigación para esclarecer los hechos, iniciativa a la que Almeida se ha visto obligado a dar luz verde, no ha hecho más que certificar el difícil momento por el que atraviesa. Su futuro al frente de la alcaldía depende ahora de que logre salir airoso de este inesperado trance. De momento, la dirigente de Ciudadanos y vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, ha descartado una moción de censura, como le están pidiendo los ediles del Grupo Mixto, escindidos de Más Madrid. El acuerdo que han cerrado los de Rita Maestre y el PSOE para que Ciudadanos presida la investigación supone todo un voto de confianza y un reto para Villacís, a la que ambos grupos le piden que demuestre "de qué lado van a estar, en el de la transparencia, la verdad y la toma de decisiones o en el de blanquear al alcalde", en palabras de la socialista Mar Espinar. Así que hasta que no haya conclusiones de lo qué pasó ninguno de estos dos grupos moverán ficha para negociar una moción.
La comisión sobre el espionaje, una prueba interna para Almeida en el PP
Además, esta investigación supone toda una prueba interna para el alcalde dentro del propio PP, una vez que ya no está Casado, su gran valedor, y el partido, de facto, ya ha abierto una nueva etapa bajo el liderazgo del gallego Núñez Feijóo, quién tendrá mucho qué decir a la hora de designar a los próximos candidatos electorales en Madrid. Que Ayuso repetirá en la Comunidad no hay duda. Pero, ¿y Almeida?
El primer escollo con el que ha tenido que enfrentarse el alcalde es la exigente lista de comparecientes que han registrado los grupos de la izquierda municipal para que desfilen por la comisión. Tanto Más Madrid como el PSOE y el Grupo Mixto han incluido en ellas a algunos antiguos dirigentes del PP y a muchos de los actuales, y también a Tomás Díaz Ayuso, el hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, con la que el alcalde ha enfriado las buenas relaciones que había mantenido hasta ahora. Los socialistas incluso habían anunciado que llamarían a declarar a Aznar. Lo hizo la delegada del Gobierno en Madrid, y coordinadora del PSOE Madrid Ciudad, Mercedes González, en una inesperada y sorprendente rueda de prensa compartida con su homólogo en la región, Juan Lobato, para presentar la lista de comparecientes del grupo municipal. Todo un gesto con el que pretendían escenificar que ambos serán el próximo ticket electoral para el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, respectivamente. Ambos arremetieron contra el alcalde de Madrid dando con ello el pistoletazo de salida a la larga precampaña que se librará en la capital.
No obstante, finalmente el expresidente del Gobierno y del PP no ha sido incluido en el listado definitivo que registraba el pasado viernes la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Mar Espinar, quien en declaraciones a la Cadena SER justificaba ese cambio asegurando que prefieren "centrar el tiro" en aquellas personas que puedan "arrojar algo de luz" sobre la investigación.
Tras conocer ese listado, Almeida estallaba, pese a que siempre ha mantenido que no iba a poner ningún obstáculo para conocer "la verdad". En una comparecencia en Cibeles arremetía tanto contra la Delegada del Gobierno, a la que advirtió que estaba "invalidada" para ejercer su cargo institucional, como también contra los grupos de la oposición a los que acusaba con indignación de querer convertir en un "circo" y en un "puro cotilleo" la comisión. A su juicio, la lista de nombres que exigen es “disparatada” y supone poner “una cortina de humo” con el fin de convertir la investigación en “una causa general” contra el PP. Por ello, ha advertido de que no ve razones para que se cite a personas "ajenas a esta causa". En este sentido, ha defendido que Tomás, el hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, "no tiene nada que ver" con la comisión, a pesar de ser el foco de todo este asunto, y ha indicado que "confía en su honorabilidad". Tampoco entiende que se cite a exdirigentes del partido, como el expresidente de Madrid, Ignacio González. En cambio, como muestra de buena voluntad, ha aceptado que acuda Carromero.
Por su parte, Ciudadanos ha incluido en su listado al ministro de Presidencia, Félix Bolaños, a los exministros Alberto Ruiz Gallardón y Rafael Catalá, y a Isabel Díaz Ayuso; pero no a su hermano Tomás ni tampoco a Pablo Casado.
Vox, que se ha puesto de perfil en todo este asunto, ha citado a once personas, en su mayoría cargos municipales o de la EMSV, y en la que tampoco están Ayuso y su hermano, ni Casado ni Teodoro García Egea.
No obstante, las comparecencias en este órgano del Ayuntamiento, a diferencia de las comisiones de investigación en el Congreso o en la Asamblea de Madrid, son voluntarias en el Ayuntamiento de Madrid así que ninguno de los que sean llamados a declarar tiene obligación de hacerlo.
La nueva cúpula del PP promoverá su propia investigación
En este nuevo contexto, Almeida se ha visto sorprendido por el anuncio que hizo este miércoles en una entrevista en esRadio el eurodiputado Esteban González Pons, al que han encargado organizar el Congreso Extraordinario que se celebrará en Sevilla el 1 y 2 de abril, de que la nueva dirección que salga de allí "va a investigar" para resolver de manera interna el supuesto espionaje al hermano de la presidenta de la Comunidad y a la propia Ayuso. Teniendo en cuenta que la que ya hay abierta en el Ayuntamiento se iniciará a finales de este mes y va a durar al menos los dos próximos meses, que el propio partido anuncie una propia posterior al cónclave no deja de ser todo un varapalo para el alcalde de Madrid.
Pons, un dirigente de la vieja guardia del PP, destacó también en esa entrevista que la presidenta madrileña ha ganado la batalla contra Casado y, por ende, contra él. "Se ha dado satisfacción a todo lo que Ayuso había pedido". "Se le ha dado al razón, ha presentado [Casado] la dimisión, va a haber una investigación interna, y se va a celebrar su congreso", dijo, en alusión a su empeño que se convoque el cónclave madrileño, como le ha estado exigiendo, sin éxito, durante meses a Casado para hacerse con las riendas del partido en la región. "Esta historia desgraciadamente no se ha terminado para Ayuso porque aquel error va a conllevar mucha presión y una línea de ataque contra ella que no tenía tanta relevancia", lamentó luego Pons.
Precisamente, unos días antes de que Casado se aviniera a dar un paso atrás y a convocar el cónclave extraordinario, la todavía cúpula del PP decidió cerrar el expediente informativo que le abrieron a la presidenta madrileña sobre el caso de la venta de mascarillas en plena pandemia a una empresa vinculada a su hermano Tomás. Curiosamente, la resolución de dicho expediente lo firmó la concejala de Cultura del Gobierno de Almeida, Andrea Levy, a pesar de que días antes había oficializado su dimisión como presidenta del Comité de Derechos y Garantías del PP. Por este motivo ahora los grupos de la oposición en el Ayuntamiento piden que Levy comparezca en la comisión de investigación, una solicitud que no comparte el alcalde.
Ante este panorama, Almeida ha intensificado estos días su presencia en actos institucionales, sin dejar de opinar sobre todos los asuntos de actualidad y en los que aprovecha también para arremeter contra el Gobierno de Pedro Sánchez, como si siguiera siendo portavoz del partido.
Mientras tanto ve cómo Isabel Díaz Ayuso le come el terreno. La presidenta de la Comunidad de Madrid, en una huida hacia adelante, anunciaba este jueves en el Pleno de la Asamblea madrileña que va a denunciar ante la Fiscalía al menos siete empresas relacionadas con el PSOE, el presidente del Gobierno, el exministro Salvador Illa, y la vicepresidenta del Gobierno. Unos contratos que superaron, según dice, los 326 millones de euros.