El libro lleva un prólogo de Antonio López Vega y el autor agradece la colaboración y gestiones de ayuda para el libro de Francisco Botín, Carmen Pallarés y Celia Gómez. La portada del libro es un precioso cuadro, que representa un precioso boscaje y está cortado a sangre. Y el volumen conlleva una interesante bibliografía.
El libro acoge los siguientes apartados: El arte como expresión de las emociones; El expresionismo y Jorge Rando; La filosofía como un “código” para expresar la espiritualidad; La espiritualidad como vínculo con la divinidad; La espiritualidad como fuerza que conecta el universo, la naturaleza y a todos los seres vivos; La espiritualidad como conexión con los demás en un sentido humanista; La espiritualidad como expresión de un yo interior en conexión; Expresionismo y espiritualidad, y, Dejar que la espiritualidad de Jorge Rando se exprese en su pintura.
“La pintura es una búsqueda espiritual, pues la espiritualidad está en todo lo que nos rodea y en nosotros mismos”, dijo Jorge Rando en Hamburgo en 2009. “Todo lo que podamos observar, todo lo que podamos tocar, tiene una parte visible y tiene otra parte invisible; en los humanos lo diferenciamos como cuerpo y alma. Hay hechos y sentimientos, hay trabajo y sueño, hay lo que se palpa y lo que se siente. Pues bien… yo como pintor busco todo eso”, concluye.
Dos pilares del expresionismo
“El expresionismo se sustenta en dos pilares fundamentales: el humanismo y la espiritualidad. Ya en el manifiesto “Testamento contemporáneo de las artes” que Rando proclamó el día 1 de diciembre de 2016 reivindica la necesidad de la espiritualidad y el humanismo en el arte. Este libro explora el humanismo y la espiritualidad en la obra del artista Jorge Rando, una de las figuras españolas más relevantes del arte contemporáneo”, se anuncia en el libro.
“En un formato único y revelador, el autor nos revela la inminente influencia de la filosofía detrás del “concepto” en el proceso creativo de este artista plástico, y nos propone cuatro formas de entender la espiritualidad en el siglo XXI. Al final, como en el expresionismo, es el espectador el que en plena libertad interpreta la obra a partir de su propia experiencia vital, sensibilidad y conocimiento, convirtiendo la obra de arte en un espejonde la realidad y de su propio yo interior”.
Más información
www.museojorgerando.org
https://lamiradaactual.blogspot.com/2015/05/un-ano-del-museum-jorge-rando-la-sala.html