Lo primero que debemos mencionar en este sentido es que la gestación subrogada, también denominada gestación por sustitución, es una forma de reproducción asistida, por denominarla de algún modo, en la que no sólo participan los futuros padres, sino también una mujer que, por propia voluntad, decide ser quien lleve el embrión para su gestación.
En efecto, esto se produce luego de realizada una inseminación artificial o una fecundación “in Vitro”, con la salvedad de que los gametos pueden proceder de sólo uno de los progenitores y un donante, de ambos progenitores, o bien de dos donantes. Todo dependerá del caso.
Hay que destacar, asimismo, que la mujer que en plena capacidad de decisión, consciente libremente de llevar a cabo la gestación, se compromete por escrito e irrevocablemente, a entregar el recién nacido a quienes serán sus padres a todos los efectos.
¿Quién puede necesitar la gestación subrogada?
Normalmente, este método de reproducción es el elegido por aquellas personas que tienen problemas físicos o de salud muy particulares, considerando los cuales se llega a la conclusión de que cursar un embarazo podría poner en riesgo su vida. También existen otras circunstancias específicas, como mujeres a las que les han extirpado el útero o varones que desean ser padres solteros. De hecho, constantemente están surgiendo nuevas demandas al respecto.
En la prensa, la gestación subrogada muchas veces se denomina “vientre de alquilar”, un concepto no demasiado feliz, y que tampoco explica al detalle cómo funciona este método.
Incluso, hay que tener en cuenta que la mujer que presta su cuerpo no sólo es un recipiente para el desarrollo de la criatura, sino que también genera una conexión física y emocional, tanto con el crío como con sus padres. Así como muchos tutores delegan el cuidado de sus hijos o hijas en otras personas una vez nacidos, podríamos decir que aquí se “adelanta” esta posibilidad.
Esto no significa, sin embargo, que esa persona que ha optado por ofrecer esta clase de ayuda a quien la necesita, no perciba una contraprestación económica por el trabajo que ello implica. Realmente, es lo mismo que sucede con quienes donan semen u óvulos, ya que también se les abona una cantidad determinada por ello, no es que lo hacen gratis.
En el país, la gestación subrogada es alegal, es decir, que funciona sin haber sido reglamentado ni prohibido. La Instrucción de 5 de octubre de 2010 de la Dirección General de los Registros y del Notariado avala la inscripción en el Registro Civil de estos menores, siempre y cuando el procedimiento se haya llevado adelante en un país donde esté permitido hacerlo.
Como consecuencia de esto, se plantea entonces una evidente diferencia de oportunidades entre aquellos españoles que pueden costear el tratamiento en el extranjero, sobre todo en países como los Estados Unidos o Canadá, y quienes no tienen esa capacidad económica.
Si (
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