Se trata de Javier Arenas, que actualmente ocupa un escaño en el Senado, y de Pío García Escudero, a quien Mariano Rajoy puso al frente de la gestora del PP de Madrid en 2018 —tras la dimisión de Cifuentes por el caso Máster— y a quien Pablo Casado mantuvo en ese puesto tras la remodelación que hizo en septiembre de 2019.
Bárcenas cita a ambos como perceptores de sobresueldos junto a otros dirigentes relevantes de la formación como el propio Rajoy, la ex secretaria general María Dolores de Cospedal, los exministros Federico Trillo, Francisco Álvarez Cascos, Ángel Acebes y Rodrigo Rato y el exdiputado de UPN-PP Jaime Ignacio del Burgo.
"Estas entregas eran realizadas, personalmente, por don Álvaro (Lapuerta, ya fallecido), y en ocasiones por mi, con mi conocimiento, por cuanto me daba instrucciones de sacar en metálico de la caja fuerte situada en mi despacho, con una periodicidad que dependía de la liquidez de la caja diversa, de manera que las introducía en un sobre en el que ponía el nombre correspondiente", afirma Bárcenas en su escrito sobre esas supuestas entregas.
A preguntas de elDiario.es, un portavoz del partido ha declinado valorar la posibilidad de tomar alguna medida respecto a Arenas y García Escudero con el argumento de que el partido no opina sobre la estrategia de defensa de una persona que está en la cárcel. Precisamente en una estrategia para "intentar salvarse" y poder salir de prisión "lo antes posible" ha enmarcado la confesión de Bárcenas el portavoz parlamentario del Grupo Popular en el Senado, Javier Maroto.
Además, Maroto ha rechazado que este asunto pueda afectar a la campaña de las catalanas del próximo 14 de febrero. "Hemos pasado página de ese señor hace mucho tiempo. Hay otro presidente, hay otra dirección, hay otra manera de entender las cosas, afortunadamente mucho más contemporánea en el año 2021", ha declarado ante los medios de comunicación a la salida de la sede del PP. Informa Iñigo Aduriz.
Elena Herrera
@herrera_elena
FUENTE: elDiario.es
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