El informe fue realizado por la Universidad de New Hampshire (Estados Unidos) y dirigida por el profesor Jesse Stabile Morrel. En el trabajo se recopiló datos de más de mil estudiantes varones entre 18 y 24 años.
Durante la investigación, los estudiantes informaron a través de una encuesta virtual sobre el tiempo que dedican diariamente a jugar videojuegos y cómo se estaban alimentando. También se midió la actividad física que realizaba cada estudiante a través de un podómetro.
Los resultados revelaron que un poco más del 40 % de hombres universitarios dedican al menos 5 horas por semana a los videojuegos. Además, este grupo de jugadores consumía más grasas saturadas y sodio que quienes no pasaban tiempo frente a las pantallas. Asimismo, el consumo de frutas y verduras era bastante bajo, así como la actividad física.
Los científicos no observaron ninguna diferencia importante en el peso de los jugadores, pero precisaron que los malos hábitos en sus estilos de vida pueden contribuir a la subida de peso y al desarrollo de enfermedades crónicas más adelante en sus vidas.
El equipo de investigadores resaltó que los resultados no representan necesariamente una estigmatización de la comunidad gamer, pero indicaron que sí podrían ayudar a las escuelas y universidades a educar en materia de alimentación saludable y nutrición a sus estudiantes.
La mala alimentación es un serio problema que año tras año acaba con la vida de miles de españoles. Así lo sostiene Dannie Hansen de la e-commerce nutricional Sundt,. “Se estima que la mala alimentación es causante de la muerte de 52.000 españoles cada año. Si la comparamos con el tabaquismo, el número se acerca poco a poco, pues esta adicción acaba con la vida de 67.000 españoles en el mismo periodo. Son necesarias más políticas de alimentación saludable y concienciación en las escuelas y en el hogar”, apunta el especialista.
Por otra parte, la obesidad en jóvenes está creciendo de forma significativa en el país, en tanto que en líneas generales ha habido un aumento importante: en 2001 había un español con obesidad entre cada ocho, en tanto que hoy en día hay uno por cada seis. El sedentarismo es una de las principales causas de este problema y también es un factor desencadenante de enfermedades cardiovasculares.
Estos datos han sido corroborados por la Unión Europea (UE), la cual ha precisado que los españoles viven más tiempo que sus vecinos europeos, pero con peor calidad de vida. El alto grado de obesidad entre los jóvenes, el creciente tabaquismo en mujeres y el creciente gasto público en salud son algunos de los principales problemas.
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