En un vídeo (traducido al castellano por Ballena Blanca) en el que apela coloquialmente al director del banco JP Morgan Chase, Jamie Dimon, para que deje de financiar a las compañías de combustibles fósiles, Fonda explica la dependencia de la industria de energías fósiles de las instituciones financieras para seguir buscando y explotando nuevos yacimientos de petróleo, gas y carbón, y pide a los ciudadanos que ejerzan presión exigiendo que paren las inversiones o cambiándose a otro banco "mejor".
La campaña Stop The Money Pipeline se lanzó el 10 de enero, en el último día que se celebraban frente al Capitolio de Washington los viernes por el clima que Jane Fonda ha promovido desde octubre a través de su grupo Fire Drill Fridays (Viernes de Simulacro de Incendio), pidiendo al Gobierno que promulgue el Green New Deal (un nuevo Pacto Verde).
Como otros días, el evento acabó con detenciones, aunque esta vez el número ascendió a 150 personas e incluía a celebridades y activistas como Joaquin Phoenix, Martin Sheen y Naomi Klein.
"Tenemos que reducir nuestras emisiones un 50% en 10 años. Es una tarea enorme. Y no podremos hacerlo si la industria de los combustibles fósiles sigue expandiéndose", dijo la actriz que lleva unos meses viviendo en Washington para organizar las protestas.
El movimiento Stop The Money Pipeline, impulsado por organizaciones como 350.org, SierraClub y Greenpeace, tiene como fin intentar influir en los bancos, fondos de inversión y aseguradoras para que comiencen el proceso de desinversión en los combustibles fósiles, es decir, para que vendan sus activos o dejen de proporcionar dinero a estas empresas.
Inspirada en el éxito que en el pasado tuvieron algunos movimientos de presión a través del boicot a las inversiones, como el que en los años 80 ayudó a derrocar el régimen del Apartheid en Sudáfrica, la campaña se centra, al menos de momento, en tres de los mayores contribuidores a la expansión de los combustibles fósiles: el banco JP Morgan Chase, que ha suministrado 196.000 millones de dólares desde el Acuerdo de París en 2015, la aseguradora Liberty Mutal Insurance, y el fondo de inversión BlackRock, una de las instituciones con más activos en el mundo que financian proyectos de gas, carbón y petróleo, y relacionados con la deforestación. El presidente de esta gigantesca cartera de inversiones, Laurence D. Fink, lanzó a sus clientes en su carta anual publicada hace unos días, que las cuestiones ambientales estarán en el centro de su estrategia inversora y que penalizará a aquellos que no asuman el riesgo climático.
Jane Fonda, que asegura que su activismo le ha ayudado a salir de la depresión que le había causado la llegada de Trump, se ha unido a la lucha para frenar al cambio climático después de años de activismo, que comenzaron en los años 60 cuando se opuso a la participación de Estados Unidos en la guerra del Vietnam. Fonda ha apoyado reivindicaciones feministas, el respeto a los indígenas, los derechos civiles y un gran número de causas pero ha recalcado que nunca tan urgentes como frenar el calentamiento global.
"Es difícil poder adaptar estos días tu cuerpo a tus ideales", dijo en una entrevista reciente en ABCnews, "pero participar como activista te da esperanzas". Su próximo paso será llevar la lucha a California junto con Greenpeace, con nuevas concentraciones que empezarán el 7 de febrero y seguir pidiendo, seguramente con la participación de más celebridades, que el Gobierno se responsabilice de un problema que para ella se trata de un compromiso con los más jóvenes.
FUENTE: -eldiario.es - Laura Rodríguez
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