Belmonte, con apenas 1.900 habitantes es uno de los pueblos más bonitos de Castilla La Mancha, título que ha recibido no hace mucho tiempo y sin duda, lo merece. Ubicado al suroeste de la provincia de Cuenca, reúne una serie de características que lo hacen único comenzando por el paisaje que otorga –según dijo su alcaldesa- la posibilidad de contemplar los atardeceres más espectaculares que pueden darse en estos parajes.
“Contra la despoblación, unión y promoción”.
En un magnífico escenario, en el patio interior, (claustro) del antiguo Palacio del Infante Don Juan Manuel, (siglo XIV) reconvertido en un Hotel Spa de lujo, la señora alcaldesa de Belomonte se dirigió a los periodistas para darles la bienvenida con un estupendo desayuno haciendo hincapié en el mensaje que quería transmitir a la prensa en el sentido que “sólo conservando y manteniendo las tradiciones y asegurando la pervivencia de la historia conseguiremos que las personas que habitamos estas tierra tambión pervivamos”.
La alcaldesa dijo ser consciente del fenómeno de la despoblación que amenaza a muchos pueblos de España y por eso el consistorio que ella dirige se ha abocado, en compañía de las fuerzas vivas del pueblo en dotar a Belmonte de los recursos necesarios para que emerja como un referente del turismo rural en la zona y no hay duda de que lo que están consiguiendo a la vista de todo lo que el grupo de periodistas de FEPET pudimos observar en el transcurso del largo día que nos esperaba por delante.
En ocasión del desayuno de bienvenida, los ejecutivos de FEPET, Enrique Sancho y Quino Moreno, Director General y Adjunto a la presidencia respectivamente, hicieron entrega de sendas placas de reconocimiento a la alcaldesa doña Angustias Salazar y al
Gerente de la empresa de turismo surface “Belmonte Aventura”, Antonio Abad en mérito a las iniciativas desplegadas para poner a Belmonte en el mapa del turismo rural de Castilla La Mancha.
“Belmonte Aventura” que promueve el conocimiento directo de la zona de Belmonte y sus aledaños en modernas Quads y bicicletas para tours fotográficos y de contemplación de la naturaleza acompañados de guías y expertos conocedores del terreno, ha conseguido en poco tiempo situarse a la cabeza de los operadores de este tipo de turismo-aventura en la región.
Después de una cuidada visita al Htl Spa y sus magníficas instalaciones dentro de lo que fue el palacio del Infante don Juan Manuel, el recorrido continuó con la visita a la Colegiata de San Bartolomé con sus incalculables tesoros, la pila bautismal y el asombroso coro de la colegiata, obra maestra del tallado en madera. En 1459 el papa Pío II erige la parroquia de Belmonte en la Colegiata.
Un recorrido luego por sus calles estrechas y plagadas de historia nos permitió observar viejas casas señoriales con los blasones de su estirpe en el frontis y nos hacen evocar los personajes famosos que por allí pasaron. Belmonte, cuna de Fray Luis de León también vio por sus calle a Juana La Beltraneja, hija –según se dice- de Beltrán de la Cueva, -en un tiempo valido del rey Enrique IV´- y la esposa del rey dado que este no conseguía descendencia. Belmonte ha sido también escenario de películas tales como el Cid, el Caballero don Quijote, Juana la Loca o El Crimen de Cuenca, por citar los más conocidos.
Una degustación de productos típicos de la zona como quesos, cecinas y vino, en la tienda de especialidades gastronómicas “La Alacena” sirvió al meiodía para reponer fuerzas y como aperitivo para la comida servida en el restaurante “La Muralla”, con un menú muy representativo de la alta cocina castellano-manchega.
El Castillo de Belmonte, punto aparte en los atractivos de la Villa
El castillo de Belmonte es una fortaleza que se ubica a las afueras de la villa del mismo nombre, al suroeste de la provincia de Cuenca. Fue declarado Monumento histórico-artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional mediante decreto de 3 de junio de 1931. Actualmente, está considerado como Bien de Interés Cultural (BIC).
El castillo de Belmonte es posiblemente por su singular estructura, tamaño y estado de conservación, uno de los más representativos del esplendor que en su día debieron tener estos imponentes edificios construidos principalmente como puntos de defensa del territorio que dominaban.
Construido hacia la segunda mitad del siglo XV, por Juan Pacheco, primer marqués de Villena y valido del rey Enrique IV; comenzada su construcción en 1456, las obras se prolongaron por espacio de unos 12 años ya que hasta 1468 no finalizan las obras.
Hasta el año 1857 el castillo pasa por diversas manos y sufre un relativo deterioro y es una descendiente de la casa de Villena, Eugenia de Guzmán, más conocida como la emperatriz Eugenia de Montijo, la que se encarga de restituir al castillo su esplendor original con unas obras que consumen más de un millón y medio de reales de la fortuna de la emperatriz.
Posteriormente el castillo es ocupado durante unos años por los dominicos franceses (1881-1885) que lo usan como monasterio. En años posteriores el castillo fue usado durante algunos años como recinto carcelario. Durante los siglos XX y XXI, el castillo, va sufriendo diversos estragos, que lo llevan a un estado de deterioro progresivo.
Actualmente es propiedad de la Casa Ducal de Peñaranda descendientes de la Duquesa de Alba y un acuerdo de colaboración entre los propietarios, la administración local y el Ministerio de Fomento, ha permitido la rehabilitación del castillo y en el pasado año de 2010 se abrió al publico si bien la completa rehabilitación ha terminado el pasado 2017.
La empresa gestora del castillo, Fortaleza de Belmonte S.L., ha dotado al castillo con diversos contenidos culturales y didácticos para hacer de la visita un paseo cultural por la historia del castillo y sus moradores. La visita cultural dispone de audio-guía en 4 idiomas (español, inglés, francés e italiano), audiovisual en gran formato con proyección de 12 minutos como introducción al recorrido turístico, y tecnologías de luz y sonido que trasladan al visitante a otra época.
El castillo ha sido también escenario para el rodaje de muchas películas de las cuales sin duda la más célebre ha sido el filme “El Cid”, que protagonizaran hace más de 50 años, Charlton Heston y Sophía Loren. También famosos personajes de la historia cultural de España como Fray Luis de León o Jorge Manrique pasearon bajos los muros de este castillo.
Torneos Medievales
En una gran explanada y con la imponente figura del castillo al fondo se celebran en este campo los Torneos de Lucha Medieval que han conseguido hacerse un nombre en esta nueva modalidad de deportes de contacto, que es la categoría en la cual se ubica este tipo de lucha que busca recrear al mínimo detalle, las justas y torneos medievales que durante la baja y alta edad media se celebraban en Europa.
Los torneos medievales fueron eventos de competiciones de caballería desde la Baja Edad media y hasta el Renacimiento abarcando de los siglos XII al XVI y, durante este tiempo constituyeron la primera diversión de la corte y ciudades populosas. Los espectáculos celebrados eran frecuentes y cualquier motivo era válido para organizar estos torneos así, coronaciones, casamiento de reyes, nacimientos, bautismos, bodas de princesas, conquistas, alianzas, llegadas de embajadores y otros dignatarios y muchos otros hechos sirvieron como motivo para que la nobleza de la época se divirtiera con estos juegos que atraían a gran número de personas y participantes de estos torneos creando una atmósfera similar a la que hoy concitan los grandes eventos deportivos.
Con la incorporación de las armas de fuego a las batallas y guerras de la época estos juegos y torneos fueron despareciendo de manera casi conjunta que lo hicieran los “caballeros de armadura y espada”.
Cata de vinos en Bodega MONT REAGA
Con posterioridad a la visita del castillo (algo apresurada a causa del escaso tiempo disponible) el grupo se dirigió en pleno a la Bodega Mont Reaga para una cata de los vinos producidos por esta vitivinícola ubicada a las afuera del pueblo y dotada de una magnífica infraestructura y modernas instalaciones que combinan armoniosamente la arquitectura y tradiciones castellano-manchegas con la modernidad que suponen las instalaciones para la cuidada y mejor producción vinícola.
En una muy bien comentada cata, los miembros de FEPET tuvimos la oportunidad de catar 4 de sus mejores vinos que con toda propiedad, han sido galardonados en variados certámenes internacionales.
FIN DEL PRESS TRIP
Como conclusión, podríamos decir que el turismo rural es por su propia naturaleza y características un sector de negocios que no es fácil ya que supone grandes inversiones no solo en infraestructuras y dotación de unos stándares de mucha calidad en sus instalaciones sino que también requiere de campañas promocionales que permitan que el potencial usuario conozca las bondades y facilidades de la zona y sus establecimientos hoteleros y de ocio. No obstante, creemos que Belmonte lo tiene un poco más fácil que otras áreas rurales empeñadas en el mismo propósito: su larga tradición, historia y los monumentos y edificios que conserva la villa desde la Edad Media, son un reclamo suficiente para atraer turismo y si a ello agregamos una eficiente gestión de los recursos, el futuro del turismo rural desarrollado en esta región de Castilla La Mancha puede ser muy promisorio, como se advierte claramente al visitar este pueblo.
Tradición, arte, cultura, historia y recursos naturales se unen y dan la mano para hacer de la villa de Belmonte un destino imperdible e imposible de dejar de lado. Por ello, si lo que Ud. busca es un reencuentro con la historia más interesante de España, en un paraje increíblemente hermoso junto a unas posibilidades de real descanso, le animamos a hacer una escapada a Belmonte en la seguridad plena que saldrá gratamente impresionado.
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