No importa que el pueblo sea pequeño, como es el caso de Burujón, que esté apartado de las grandes vías de comunicación. Cuando uno recorre las calles de estos pueblos se percibe el afán de sus gentes por hacer que la renovación quede reflejada en infinidad de detalles. Las tierras centrales de Castilla, como aquí sucede, no pueden ver el mar, pero cuentan con lagunas como las de Ruidera, en La Mancha de la provincia de Ciudad Real o Las Barrancas en la villa toledana de Burujón, donde acabo de pasar unos días inolvidables.
Jornadas acaparadas por una serie de actos culturales que ellos, su Ayuntamiento, su alcalde, organizan anualmente. Siempre a lo largo del mes de abril, en su último tramo, coincidiendo con la primavera y la celebración del día del libro. Y este año se me ha invitado a participar en mi condición de miembro correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo y director general de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles. Gran animación en cada uno de los actos. Abrió las jornadas el alcalde de la villa, don Juan José Torres, retomando la conciencia cultural de Burujón, lugar de nacimiento del gran escritor y periodista Pedro Fuentes Guío, ya fallecido, al que recientemente se le han dedicado varios homenajes.
Se me pidió que pronunciase una conferencia sobre La geografía literaria del Quijote, haciendo un recorrido por los pueblos, aldeas y paisajes que el genio de Miguel de Cervantes describe y recrea en las páginas de la gran novela. Entre otros muchos se abordó el tema de cuál pudo ser la aldea de Don Quijote y Sancho, cómo era El Toboso en aquellos tiempos, dónde se libró la descomunal batalla contra los molinos de viento. Y tras las reflexiones del conferenciante se produjo el coloquio, la curiosidad del público por conocer aquello que Cervantes apenas quiso desvelar. José López Martínez puntualizó el criterio de los más celebres cervantistas, insistiendo en que la intención del autor bien pudo ser que cualquier lugar de La Mancha pueda ser la aldea de Don Quijote.
Las jornadas de Burujón se prolongaron durante varios días e intervinieron el folklorista Vicente Morales Olmedo, ofreciendo una magistral lección sobre los Orígenes y la historia del folklore en Castilla-La Mancha. Vicente Morales Olmedo es uno de los principales folklorista de España y autor de varios libros fundamentales sobre este género, habiendo ha ejercido su docencia en colegios como el Mater Salvatore de Madrid y en la Universidad Rey Juan Carlos de dicha capital. La clausura de estas jornadas estuvo a cargo de la poeta y crítica literaria Beatriz Villacañas, catedrática de Filología Inglesa de la universidad Complutense, miembro correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo. Beatriz Villacañas es autora de varios libros importantes e hija del gran poeta toledano Juan Antonio Villacañas. El tema de su conferencia fue Personajes fundamentales en la historia de la provincia de Toledo.
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